Urgente Un accidente en la V-21 a la altura de Horno de Alcedo causa más de cinco kilómetros de atasco este miércoles
Reunión en Dacsa, la empresa valenciana que aplica el Método Fase. LP

La receta valenciana de la productividad que va más allá de mesas de ping pong y salas de descanso en el trabajo

Método Fase, que se basa en la creación de hábitos y detectar los ladrones de tiempo, ha conquistado a empresas como Dacsa y PepsiCO

Martes, 11 de febrero 2025, 12:17

El tiempo es el que es, como decían repetidamente en una serie de ficción española sobre viajes al pasado. Pero, aunque esta realidad es inamovible, la gestión que hacemos de ese tiempo puede marcar la diferencia. Y eso lo saben ya en Dacsa, que lleva ... dos años aplicando una metodología 'made in Valencia', impulsada por la consultora Método Fase, cuya expansión se disparó en los últimos cinco años, conquistando a empresas de la talla de PepsiCo, Bimbo, y Danone, entre otras.

Publicidad

Como en tantos otros casos, esta idea nació de una necesidad propia. «Fue Agustín (su socio) quien vio que necesitaba ser más efectivo y empezó a aplicar ese método para sí mismo y las empresas empezaron a ver que eso era útil. Yo lo contraté hace nueve años porque estaba en la misma situación; necesitaba cambiar mi forma de trabajar. Lo contraté y decidimos unir fuerzas», cuenta Jorge García, quien no da crédito del impacto que ha alcanzado esta herramienta: «Si nos lo hubiesen dicho hace ocho o nueve años no nos creeríamos dónde estamos ahora». Y, es que, su equipo ha implementado Método Fase en compañías repartidas en diferentes países de Europa, en África y en Estados Unidos.

La empresa valenciana Dacsa es ahora otra de las grandes compañías en contar con esta tecnología. «Somos una empresa empeñada realmente en que la gente trabaje a gusto. Nuestro equipo nos trasladó la necesidad de aprender a gestionar su tiempo, para ser ellos dueños del mismo, y no al revés. Y buscando opciones encontramos a Método Fase», cuenta África Valldecabres, Corporate People Manager de Grupo Dacsa.

Pero, ¿cuál es la clave de esta receta valenciana para la productividad y la conciliación? Según García, esta herramienta se basa en los hábitos. «La efectividad depende de que la persona esté bien, o sea, de su energía, por lo que primero debe cuidarse para luego tener más impacto en su trabajo. Eso se adapta a cualquier sector y persona», explica García, que insiste en la creación de una serie de rutinas pero a las que hay que añadir otro elemento: eliminar las distracciones. «El móvil, el mail...tienes que evitar tus ladrones de tiempo», agrega.

Publicidad

Para Valldecabres, más que una gestión del tiempo, se trata de una gestión de la energía. «Hay que coger las riendas a nivel particular de ese agobio que sentimos todos y que no sabemos cómo denominar; esa sensación de que no llegas a todo lo que tienes que hacer y que se incrementó sustancialmente después de la pandemia con este aterrizaje sin instrucciones del trabajo digital», cuenta la responsable en Dacsa, que destaca además la creación de «un lenguaje» propio entre los trabajadores a raíz de este método. «La gente intenta no molestar a otros en sus momentos de concentración, que los llamamos TAR», explica.

Para García, implementar ese método es responsabilidad individual de cada trabajador. «Muchas veces nos quejamos de que no tenemos equilibrio, pero cuando rascamos es verdad nos encontramos con que le dedicamos muy poco tiempo a ver cómo nos organizamos y cómo podemos trabajar mejor. Entonces, es bueno que una empresa como Dacsa te ponga la oportunidad, pero debe ser voluntario, como hacen ellos», destaca García.

Publicidad

Las claves

La primera clave del método fase consiste en observar y ser consciente de dónde se pierde el tiempo. «Debes pararte un momento a ver cuánto tiempo estás en el móvil o en el mail. Lo primero es ser consciente y ponerte límites, comprometerte contigo mismo», explica García. El segundo paso es diferenciar entre lo que es urgente y lo que no. «Cuando no lo diferencias, todo es urgente y no estableces unos niveles», añade. Y, en tercer lugar, hay que gestionar las expectativas de los demás a través de la comunicación. «Le puedes decir a tu pareja o colaboradores habituales que vas a mirar el WhatsApp o el mail dos o tres veces al día y que responderás en esos momentos, a lo largo del día. Normalmente lo entienden. De este modo, acordáis unas reglas sencillas entre vosotros», subraya.

Valldecabres, por su parte, destaca que en Dacsa se ven los resultados en tareas tan rutinarias como contestar al correo. «Las personas no contestan de inmediato a un correo que les has enviado. Se hace un uso del correo electrónico de una forma más acertada. Hay menos correos electrónicos y no se generan cadenas innecesarias de multitud de personas que luego tardas tres horas en revisar», cuenta.

Publicidad

Del mismo modo se ven los resultados a la hora de convocar reuniones. «Hay unas reglas de complicidad entre nosotros que están funcionando. Yo puedo decir que no puedo ir a una reunión en la que, además, no hace falta que esté. Y es algo que todos entendemos, no es una falta de cortesía o de interés. Se empatiza. Esto permite que la gente también atine más cuando convoca reuniones», explica la responsable.

Más allá de mesas de ping pong y sofás para la siesta

Hay estudios que confirman que un 79% de empleados experimenta estrés con el trabajo y un 36% reportan sentirse agobiados o quemados afectando no solo al desempeño sino también a su salud, según American Psychological Association. Frente a esto cada vez son más las empresas que han apostado por ofrecer actividades en sus instalaciones como sesiones de yoga o poner una sala juegos o de descanso, unas iniciativas que para García está bien pero son insuficientes y no abordan la raíz del problema, que es conseguir que la gente pase menos tiempo en el trabajo pero sea más productiva.

Publicidad

Según explica Valldecabres, en el caso de Dacsa ha sido fundamental la involucración de la dirección, siendo los primeros en sumarse, además de adoptar normas comunes y un mismo lenguaje que les ayuda a mejorar juntos, así como enmarcar esta iniciativa en un plan global de la empresa. «El cuidado de la salud mental de los equipos es otra de las prioridades de Dacsa. Los estudios dicen que en 10 años 1 de cada 10 personas habrá tenido una baja por salud mental, esto hace que desde la empresa valenciana se pongan en marcha iniciativas en esta línea«, señalan desde la mercantil.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad