La startup de inversión inmobiliaria que resiste a la crisis de la vivienda

Tras un gran 2023, que se cerró con una facturación de 3 millones de euros, la compañía trata de seguir creciendo con la idea de «ayudar a más inversores a rentabilizar sus ahorros y con ello poder poner mas vivienda reformada en el mercado», según explica Juanlu Cruz, uno de los socios fundadores de la firma. Suya fue la idea del proyecto. Al irse de Erasmus a Italia a Juanlu le costó «la vida» encontrar una habitación en la que quedarse a vivir. El trabajo de búsqueda que le tocó afrontar junto a su familia le hizo preguntarse si la situación sería similar para los estudiantes extranjeros que elegían su ciudad (Castellón) como destino Erasmus.

Entonces, se puso en contacto con la Universidad Jaume I e inició su andadura emprendedora. Esa experiencia sirvió para crear Quickin.es, una plataforma que facilita la búsqueda de habitaciones a los estudiantes. Sin embargo, la llegada de David García, el otro 'founder' de Inversiva, hizo que el proyecto inicial virara, en cierto modo, hacia el mundo de la inversión inmobiliaria, con el principal objetivo de ofrecer una herramienta que no solo facilitase el proceso de inversión, sino que también asegurase la rentabilidad de la misma. Así surgió Inversiva, que a día de hoy ya cuenta con unas 100 viviendas y más de 400 habitaciones gestionadas a lo largo y ancho de la geografía nacional.

Su apuesta se centra, sobre todo, en la idea de asociarse con el inversor, ya que «cuanto mejor sea la calidad de la propiedad y menor sea el precio, mayor beneficio para ambos», como explican en su página web. La firma destaca por ajustarse a cada inversor según sus necesidades y exigencias: «Ofrecemos distintos tipos de inversiones para los distintos perfiles de clientes. Desde inversión en alquiler residencial, a inversión en alquiler por habitaciones y pisos turísticos o también proyectos de compra-reforma-venta, también conocidos como Flipping House», explican los fundadores de la marca.

De este modo, la empresa se encarga de buscar un inmueble, que, por lo general, deba ser reformado; llevar a cabo ese proceso de actualización de la vivienda; y, posteriormente, gestionar el alquiler de la misma durante los cinco años siguientes a la compra. «Nuestros proyectos de inversión son 100% financiados por los clientes, tanto la compraventa como la reforma. Nosotros nos encargamos del resto», comenta Cruz.

Durante su primer lustro de vida, Inversiva ha logrado asentarse en ciudades como Valencia, Granada, Málaga, Sevilla, Zaragoza, Valladolid y Reus. Sin embargo, también ofrece oportunidades a los inversores en otras como Castellón, Elche o Pamplona, en las que existe una necesidad de vivienda en alquiler, principalmente para estudiantes. Desde la compañía explican que las propiedades que más captan su atención son aquellos que se encuentran ubicados «en buenas zonas con demanda residencial de ciudades principales», pero más concretamente aquellas que requieran «una gran reforma para poder dejarlas en un estado óptimo par la vida de los inquilinos».

No obstante, el aumento de precio que ha experimentado la vivienda durante el último año, que «tiene un impacto muy importante en el negocio», según comenta Juanlu Cruz, ha obligado a la compañía a ir un paso más allá para tratar de continuar con su proyecto de expansión. En Inversiva son conscientes de que otra de sus mayores virtudes es ofrecer a los inversores una cartera de inmuebles que puedan resultar atractivos en el aspecto económico, por lo que consideran que es fundamental estudiar a fondo el mercado para encontrar los mejores precios: «Estamos especializados en la captación y negociación de inmuebles que se encuentren a precios razonables».

Así, la startup que nació en Castellón tras una complicada búsqueda de hogar para un Erasmus ya cuenta con medio centenar de trabajadores, la mayoría de ellos ubicados en Valencia, y de cara al próximo año se marca como objetivo alcanzar los 4 millones de facturación, mientras sigue luchando por hacer atractiva la inversión inmobiliaria en un momento complicado para el mercado de la vivienda.