«Tapa y caña para mí… y para mi perro»

¿A quién no le apetece tomarse algo fresquito después de un paseo con su perro? ¿Alguna vez has dicho que no a algún plan para cenar por no dejar en casa muchas horas a tu mascota? Llega a tu rescate, y al de tus animales, 'De tapas con mi perro'.

Cerca de un centenar de locales de restauración, más de 50 en la Comunitat, ya cuentan con menús caninos, y bebida, para perros, gatos y también hurones. La CEO de la startup valenciana, Helga Figueroa, que también es adiestradora canina, ha elaborado una carta en la que poder elegir tapas, desde anchoas ahumadas hasta orejas de cordero, platos combinados, migas o guisado de pollo entre otros, e incluso bebida bautizada como cerveza o vino.

«Somos adiestradores caninos y tenemos una asociación de educación bienestar animal que se llama Koira desde 2013. Dos años más tarde decidimos dedicarnos a mejorar el vínculo de los animales con las personas, sobre todo en el tiempo libre, pensamos que si tienes una buena relación con las personas no las abandonas, por tanto, si nos lo pasamos bien con nuestro perrete, si tenemos una buena relación con él, no los vamos a abandonar», comenta Figueroa. Así podrían reducir las tasas de abandono que en España son las más altas de Europa, de hecho, en 2022 se llegó a los 285.000.

La emprendedora recuerda que uno de los principales problemas de las personas con perro eran los paseos: «Tenían problemas para salir tranquilamente y nos dimos cuenta de que hacerlo juntos, nosotros como etólogos, y ellos era un éxito». Y fueron más allá: «A mí personalmente después de 30 minutos de paseo me apetece sentarme en una terraza a tomar algo con mi perro y me encontré por sorpresa que mucha gente ni siquiera se había planteado hacer eso. Así que a final esas caminatas terminaban con el intento de sentarnos en algún local».

Entonces surgieron otro tipo de problemas que se dispusieron a solucionar: «Muchos locales se anunciaban como Petfriently (es decir, que admitían mascotas) y luego no te dejaban estar con el perro, nos decían que si pesaban más de 5 kilogramos no los admitían», añade Figueroa, quien matiza que estos canes tenían un comportamiento positivo, no ladraban, ni molestaban. Anécdotas recuerda muchas: «También ocurría que muchos bares no tenían ni para poner agua al perro, además los animales nos ponían ojitos cuando nos sacaban la comida, normal, y si no llevábamos chuches para ellos al final terminabas pidiéndole una tapa de morro o tortilla de patatas». Su condición de experta en bienestar animal y nutrición le hacía pensar que aquella no era la alimentación más correcta.

Tras uno de esos paseos, un día se pararon en un bar que ya no existe cerca de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia. «Nos encontramos un menú que ponía: Menú canino para perros: 2 euros». Era 2016. «Nos pusieron un bol con un paté asqueroso… pero la intención cuenta», asevera Figueroa. «Éramos nosotros y 8 perros y se llevaron 16 euros de consumición del perro, y claro nosotros consumimos más porque de pedir una tapa y una cerveza terminamos cenando». Negocio redondo.

La inquieta mente de la emprendedora valenciana, junto a la de su marido, seguía trabajando en «algo» para el disfrute de los perros: «Quería montar una especie de aquapark, un bar que fuera con tapa gourmet para nosotros porque a mí me gusta saborear la comida y también para perros, algo saludable, apetitoso, algo extraordinario». En 2020 se plantó en Fitur e hizo trabajo de campo: «Pregunté en locales de hostelería y hoteles que qué les parecería contar con un menú para perros, recuerdo que algunos de México y Florida no sólo nos dijeron que les encantaba la idea, nos pidieron la carta y eso que sólo era una idea». Pero llegó la pandemia. Todo se paró hasta más o menos abril de 2021.

«Diez restaurantes se unieron a la prueba piloto con un menú que consideramos viable. Fue un éxito. Se unieron más». A finales de 2021 sumaros varios premios, entre ellos de Coca-cola Mujeres, también nominaciones, como llegar a ser finalistas en Startup Valencia. «Poco a poco empezamos a mejorar el servicio según los feedback que nos daban los usuarios».

Respecto al contacto con el sector de la hostelería, les llamó la atención a los impulsores de 'De tapas con mi perro', el «desconocimiento» de muchos de los responsables de los locales. «Durante estos dos últimos años hemos aprendido mucho. Existe mucha falta de información de la normativa, algunos admiten mascotas pero luego llega un Policía y les dice que no sabe si está prohibido o no pero les multa por si acaso, luego lo recurren y ganan, claro», reconoce. En la Comunitat Valenciana sólo está prohibido en locales de alimentación como panaderías, carnicería, pescadería. «Dentro de los locales pueden estar en la zona de servicio, no en lo que sería el obrador. Después ellos pueden decidir si por ejemplo limitan a cinco perros o lo que consideren, es su local», añade Figueroa.

También tuvieron que ayudar al sector a desmitificar algunas cuestiones: «Muchos tenían temor a poner hacia el público 'Menú canino' y que la gente creyese que se había convertido en un restaurante para perros».

No duda en reflexionar la emprendedora sobre el precio de su producto: «No hablamos de un paquete de galletitas de un euro, ni de patatas fritas, son snacks de calidad, carne de primera, por lo tanto el precio de la ración son 4 o 5 euros, son generosas y van en packs take away que son reciclables. Los locales me decían que nadie iba a pagar eso cuando la alimentación de las personas ya valía eso… pero se llevaron la sorpresa de que no sólo lo compraban, si no que el cliente repetía». Además descubrieron que las personas con mascota «dejaban más propina». Todo ventajas.

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