En plena semana fallera, cuando las calles de Valencia se llenan de color, música y el olor a pólvora impregna el aire, un grupo ... de jóvenes emprendedores ha decidido llevar la tradición de las Fallas a un nuevo nivel: el de la realidad virtual. Memòries en Cendra es el nombre de este innovador proyecto que busca no solo preservar, sino también reinventar la cultura fallera a través de un videojuego que permite a los jugadores sumergirse en la creación y quema de una falla.
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El proyecto Memòries en Cendra surgió como una propuesta para el hackaton CODETHON I, organizado por Artemis Club. Aunque al inicio los miembros del equipo no se conocían entre sí, pronto encontraron un concepto que les unía: combinar sus habilidades para crear algo único. El equipo está compuesto por Mar Galán, María Moreno y Alba Casado, artistas digitales, junto con Joel Rever y Celia García, ingenieros informáticos.
«Buscábamos un reto en el que pudiéramos combinar nuestras habilidades, y así nació la idea de desarrollar una experiencia de realidad virtual que conectara con la tradición de las Fallas desde una perspectiva innovadora y emocional», explican los creadores.
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La idea de fusionar la tecnología con una de las tradiciones más arraigadas de Valencia no fue casual. Para los desarrolladores, las Fallas representan una festividad llena de simbolismo, arte y emociones, y querían capturar esa esencia en un formato que pudiera llegar a nuevas generaciones. «Queríamos revitalizar y reinterpretar esta tradición de una manera innovadora, combinando un enfoque onírico y fantástico con una experiencia interactiva y participativa», añaden.
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En Memòries en Cendra, el jugador se convierte en el protagonista de una historia que gira en torno a la desactualización y el olvido de la cultura fallera. El objetivo del juego es revitalizar esta tradición, permitiendo a los usuarios experimentar de primera mano el proceso de creación y quema de una falla.
«El juego busca sumergir al usuario en la magia de las Fallas a través de una narrativa visual y emocional, donde cada elemento está diseñado para generar un vínculo con la festividad», explican los desarrolladores. A lo largo del juego, los jugadores deben completar misiones clave que reflejan el proceso fallero, como el tallado y montaje de ninots, la plantà de la falla y otros momentos icónicos de la celebración.
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Uno de los aspectos más interesantes del juego es cómo combina la tradición con la tecnología. Los jugadores no solo observan, sino que participan activamente en la creación de la falla, lo que les permite sentirse parte de la festividad. Señalan que el objetivo es conseguir que los jugadores se sientan parte activa del proceso, que vivan la emoción de crear algo único y luego verlo arder en la hoguera.
Uno de los pilares fundamentales de Memòries en Cendra es la puesta en valor del folclore y la cultura valenciana. A lo largo del juego, los desarrolladores han incorporado referencias esenciales de la tradición, como la leyenda del Drac del Patriarca o la Delicà de Gandia, que se convierten en elementos clave de la falla virtual.
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«Además, queremos resaltar la riqueza del patrimonio musical, histórico y lingüístico de la Comunitat Valenciana, integrando referencias literarias y simbólicas de nuestra herencia cultural», explican. Para los creadores, el videojuego es un medio idóneo para preservar y transmitir estas tradiciones a nuevas generaciones, de una manera diferente y sin perder su esencia.
El mensaje principal que quieren transmitir con este proyecto es claro: las tradiciones no tienen por qué quedarse en el pasado. «Creemos que el videojuego es una herramienta poderosa para mantener vivas nuestras raíces culturales, especialmente entre los más jóvenes», afirman.
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Actualmente, Memòries en Cendra sigue en desarrollo. El equipo está centrado en la creación de un MVP (producto mínimo viable) que sintetice la esencia del juego y sirva como demostración de sus principales mecánicas y valores. «Nuestro objetivo a corto plazo es dar a conocer el proyecto a través de eventos y pequeñas presentaciones para alcanzar un público más amplio y generar interés en su desarrollo», explican.
A largo plazo, los creadores tienen grandes planes para el proyecto. Quieren que Memòries en Cendra sea accesible para todos los públicos y que tenga presencia en espacios clave como museos, ferias turísticas y entidades culturales como la Junta Central Fallera o ayuntamientos. «Nos gustaría que el proyecto tuviera una presencia física en lugares donde la gente pueda experimentar la magia de las Fallas de una manera completamente nueva», comentan.
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Además, los desarrolladores ven un gran potencial en la aplicación de este modelo a otras festividades y tradiciones culturales. «Consideramos que la realidad virtual es una herramienta muy poderosa para la divulgación y preservación del patrimonio inmaterial. Nos encantaría seguir explorando este campo y expandir el proyecto hacia nuevas formas de interacción con el público», afirman.
El desarrollo de Memòries en Cendra ha estado lleno de momentos especiales y anécdotas que los creadores recuerdan con cariño. Uno de los más destacados fue su participación en el Festival OWN, donde tuvieron la oportunidad de conocer a otros estudios independientes y compartir impresiones sobre el desarrollo de videojuegos.
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«Gracias a esta experiencia, hemos vivido momentos únicos, como entrevistas en la radio, apariciones en televisión y oportunidades como esta, que nos hacen mucha ilusión y nos motivan a seguir adelante con Memòries en Cendra», comentan.
Memòries en Cendra es un proyecto que no solo busca entretener, sino también educar y preservar. A través de la realidad virtual, los creadores han logrado capturar la esencia de las Fallas y ofrecer una experiencia que permite a los jugadores vivir la festividad de una manera completamente nueva.
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En un mundo donde las tradiciones a menudo se ven amenazadas por la modernidad, proyectos como este demuestran que la tecnología no tiene por qué ser enemiga de la cultura. Al contrario, puede ser una aliada poderosa para mantener vivas nuestras raíces y transmitirlas a las generaciones futuras.
Así que, si este año no puedes estar en Valencia para las Fallas, no te preocupes. Pronto podrás vivir la experiencia desde cualquier lugar del mundo, gracias a Memòries en Cendra. Y quién sabe, tal vez este sea el comienzo de una nueva forma de celebrar y preservar nuestras tradiciones más queridas.
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