Ingenieros, comerciales y gestores con idiomas, los empleos que no se cubren en la Comunitat

Pese a la mejora registrada en el mercado de trabajo, el desempleo sigue siendo para muchos la losa más pesada con la que carga la economía española y, por extensión, la valenciana. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) -el indicador más fiable en materia de empleo- la región valenciana cerró 2014 con un total de 569.400 desempleados mientas que las cifras de paro registrado de marzo sitúan esta cifra en 510.616.

No obstante, el mercado laboral puede ser muy diferente según la profesión. Aquellos que tiene formación superior tiene más fácil encontrar trabajo. Un informe publicado ayer de Randstad indica que en 2014, la tasa de ocupación para los que tienen los estudios más altos avanzó 1,3 puntos hasta el 83,5%. Pero hay profesiones donde el pleno empleo es una realidad. Determinados perfiles como ingeniero de la automoción, comercial de firmas exportadoras o farmacéuticas, experto en compras de materia prima o gestor de primer nivel, lejos de carecer de trabajo les llueven las ofertas -eso sí, cuando cuentan con varios idiomas en sus currículos-.

Así lo detallan desde la multinacional británica Hays, firma especializada en la selección de profesionales cualificados que opera para grandes empresas de todos los sectores de la Comunitat. Según la directoria en la región valenciana, Jane Bamford, existen cinco perfiles «muy buscados» en la autonomía. «Hay tan pocos trabajadores con estas características que los empleados tienen el poder en la negociación con la empresa», sostiene.

El primero de los perfiles el de ingeniero senior para la automoción. «Tanto Ford como sus proveedores necesitan profesionales con más de cinco años de experiencia, alemán e inglés», explica. La ejecutiva añade que la necesidad de trabajadores con estas características ha abierto el abanico a ingenieros con ambos idiomas pero con menos experiencia en el sector. «La demanda se hace extensible a todo el sector industrial», apunta.

Preguntadas al respecto, proveedores valencianos de Ford confirman la carencia de este tipo de empleados. «Nosotros, cuando damos con un profesional de estas características, lo contratamos aunque no nos haga falta en ese momento. Es un perfil tan escaso que no se puede dejar escapar», sostienen.

El conocimiento de idiomas también es la clave del éxito para ocupar puestos de relevancia como comercial en «las grandes empresas del sector alimentario enfocadas a la exportación». «Buscan comerciales que hablen, al menos, tres lenguas, tales como francés, alemán, ruso o checo -además del inglés-». Nos piden trabajadores con estas características, pero no hay. Los que hay están todos trabajando», asegura Bamford.

El presidente de una importante cooperativa agrícola de la Comunitat confirma esta carencia, aunque añade que el conocimiento de lenguas extranjeras cada vez es mayor. «El problema lo tenemos más en la experiencia de los trabajadores que incorporamos. Al no requerir una formación específica concreta, no es tan complicado encontrar a gente con idiomas capaz de ejercer de comercial. Pero casi siempre tenemos que formar a los trabajadores porque hay poca gente con bagaje», explica.

También enfocado a la venta, aunque desde un ámbito más científico, es el tercer perfil que enumera la responsable de Hays: «delegados comerciales del canal farmacia». «Se requiere mucho a especialistas en la venta de productos, sobre todo de belleza, una profesión muy específica pero con mucha demanda. También escasean en otros ámbitos científicos como el desarrollo clínico o la investigación», cuenta.

En este sentido, desde la firma valenciana Sesderma indican que las vacantes que cubren con mayor dificultad son las de «técnico de I+D+i y la de técnico de registros». «Estos segundos son tan escasos como necesarios para nosotros. Se dedican a estudiar el marco legal de nuestros productos en los países a los que se dirigen para adaptarlos a la legislación. Por su puesto, han de saber varios idiomas para poder desempeñar su trabajo», indican.

Por último, Jane Bamford destaca otros dos tipos de profesionales. Por un lado los denominados controllers -encargados del diseño y la supervisión del sistema de control de gestión de la empresa- «con un mínimo de tres años de experiencia». Por otro, en el campo de la logística, los compradores de materia prima para grandes compañías. «Son una figura fundamental para una compra eficaz y eficiente que permita abaratar costes», indica.

La dirigente de Hays atribuye a distintas causas el hecho de que, en una sociedad tan necesitada de empleo, en la Comunitat existan determinados puestos de trabajo muy difíciles de cubrir. «Por un lado está el problema de que las profesiones que se cursan en la universidad y en otros ámbitos académicos no están en línea con lo que demanda el mercado. Un ejemplo es la gran cantidad de gente que estudia Psicología, de los cuales sólo un 10% encuentra empleo». Como consecuencia de esto, Bamford lamenta que «el 50% de los recién licenciados en España no encuentran trabajo».

En segundo lugar, la ejecutiva explica que las empresas españolas no apuestan por los jóvenes por su falta de experiencia. «Tienen que invertir mucho tiempo en su formación, y eso les frena a la hora de apostar por los recién licenciados». La solución que apunta la directiva es estrechar lazos entre el mundo empresarial y el académico. «No es normal que las universidades no estén en contacto con las empresas, que no sepan lo que buscan. Tampoco que la educación no sea más práctica y en las propias empresas», critica.

Por último, Bamford señala las indemnizaciones por despido como traba a la movilidad laboral. «La legislación española protege al trabajador cuando lleva un determinado número de años en la empresa. Al tener indemnizaciones por despido se mueven menos, el mercado laboral es muy poco dinámico. En otros países no hay indemnización y el talento se mueve más. La gente arriesga y se va. Tal vez España podría llegar a un punto intermedio», opina la responsable.