Los autónomos extranjeros, una solución a la debacle del pequeño comercio valenciano

No obstante, el aumento de personas extranjeras en el régimen de trabajadores autónomos sí que supone un argumento positivo para el representante de UPTA, que considera que los migrantes que llegan a la Comunitat, que ya representan un 18,8% del total de trabajadores por cuenta propia de la región, son, en la mayoría de ocasiones, la salvación para muchos negocios abocados a la desaparición por el abandono o por la jubilación de sus propietarios: «Tenemos que romper ese mantra de que los extranjeros vienen a quitarnos el trabajo. Vienen a suplir la demanda que otros sectores de población no quieren cubrir».

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En ese sentido, el número de trabajadores autónomos ha aumentado más de un 10% respecto al último año y ya se sitúa por encima de los 70.000. Sin embargo, los cálculos de la patronal es que esa tendencia se mantenga durante los tres próximos meses hasta alcanzar una cuota cercana al 20% del total de empleados por cuenta propia en la Comunitat a final de año.

Para Abad, la figura de los migrantes es fundamental en ciertos sectores, como el comercio o los cuidados personales, ya que son los autónomos extranjeros los que se encargan de aceptar actividades que han sufrido el abandono de «emprendedores y otros autónomos».

Los datos aportados por UPTA reflejan que la afiliación extranjera en la Comunitat ha aumentado considerablemente en otros sectores tradicionales que implican un desgaste físico considerable, como son la construcción, donde la Comunitat tiene a 9.193 afiliados de fuera de las fronteras, o el transporte, donde la cifra ha crecido un 14,6% respecto al último año.

Asimismo, el presidente de la patronal ha destacado la influencia de los empleados extracomunitarios, que ya son más de 13.000 en la región, en zonas rurales, donde los problemas vinculados a la falta de relevo generacional y al cierre de comercios se multiplican por la progresiva disminución de la población. En ese sentido, Abad propone una serie de medidas para que los habitantes de poblaciones con menos de 5.000 habitantes no estén «discriminados por vivir donde viven». Así, el portavoz de UPTA ha considerado que los trabajadores extranjeros pueden ser un «relevo generacional para que no cierren negocios perfectamente factibles».