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Una de las medidas estrella impulsada por el anterior Consell del Botánico con el objetivo de promover la implantación de la semana laboral de cuatro días ... pasa a ser historia. El análisis del nuevo Consell encabezado por el PP ha concluido que el proyecto, pese a tener sentido en el fondo, ha sido un fracaso en la práctica y, por tanto, no tendrá una tercera edición.
El secretario autonómico de Empleo y director general de Labora, Antonio Galvañ, ha tomado esta decisión una vez se ha constatado que la segunda convocatoria de este programa no ha generado los resultados esperados. Como recoge la resolución del Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), se cerró con tan sólo 18 entidades beneficiadas, lo que dejó casi la mitad del presupuesto de 1,5 millones de euros sin gastar.
Tal y como recuerda Galvañ, la misma ya había sido reformulada con anterioridad tras el estrepitoso fracaso de la primera, donde sólo tres firmas fueron seleccionadas entre casi medio centenar de presentadas, pero no ha sido suficiente. «Los datos avalan que no existe una necesidad real o que esta vía no es la adecuada», remarca el secretario autonómico.
Además, evidencia que la resolución saca a la luz que las principales subvenciones han ido a parar a asociaciones (Asociación ciudadana de VIH y sida de Castellón y el Ateneo Mercantil de Valencia) y que el resto de beneficiarios son consultoras «que como trabajan con proyectos ya tienen una flexbilidad que aplican en su funcionamiento». Al proceso no ha concurrido ni la gran empresa ni ninguna firma vinculada a sectores como el de la industria o la construcción.
Por otro lado, considera que toda la carga burocrática y las condiciones no han ayudado. Empresas particulares se han puesto en contacto con este diario para denunciar casos específicos que les han impedido acceder a las mismas o se lo han puesto muy difícil. Un punto que ya fue puesto encima de la mesa por parte de los gestores administrativos y que no se ha solucionado.
De la misma forma, Galvañ constata que se ha «incrementado la carga de trabajo» en el departamento que encabeza ya que había que realizar un gran número de comprobaciones y trabajos de seguimiento para que tan sólo se hayan beneficiado una veintena de empresas. «Nuestro deber es destinar los recursos públicos, tanto presupuestarios como de personal, a trabajos con una incidencia real en la sociedad», apostilla el secretario autonómico, que tiene claro que no ha sido el caso.
Desde el nuevo Consell consideran que esta iniciativa es muy probable que llegue a implementarse en departamentos específicos de las empresas valencianas, pero consideran que es mejor que nazca de las mismas. Galvañ recuerda que, sin necesidad de respaldo público, importantes marcas han dado el paso y materializado esta medida.
Por ello, aboga porque se deje en manos de la negociación colectiva esta cuestión. Pese a todo, no descarta que en el futuro la Generalitat vuelva a impulsar algún proyecto, pero siempre con mucha menos burocracia. ¿Quizás mediante deducciones fiscales? Por el momento, el máximo responsable de Labora no lo descarta y deja la puerta abierta a esta opción.
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