![Crisis de mano de obra en el sector turístico](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/03/26/Imagen%20provincias_3%20marzo%2026-RNm3iDqLxvRz8WPdsBZswtI-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Se acercan las vacaciones de Semana Santa y Pascua y las previsiones turísticas anticipan una temporada récord al ser las primeras que se celebran sin restricciones tras la pandemia de Covid-19. Esto, que debería ser una buena noticia para el sector servicios de ... la Comunitat Valenciana, se ha convertido en motivo de angustia ante la dificultad de encontrar mano de obra.
La escasez de trabajadores más conocida es la de camareros, tal y como advertía esta semana el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer. «En Francia no está mal visto ser camarero. Ojo con despreciarlo porque ellos son los que nos hacen disfrutar en sala», comentó durante la presentación del Plan de Acción de Creaturisme para este 2023. Esta situación, que afecta especialmente a la hostelería, se amplía a todo el sector turístico, uno de los principales motores económicos de la región valenciana, a la que aportó 19.402 millones de euros en 2022, el 15,8% de su PIB.
Tanto es así que el director de la patronal hotelera de la Comunitat (Hosbec), Alberto Galloso, augura que la falta de capital humano se va a convertir en «uno de los problemas más graves en España a corto y medio plazo». Y es que, según las previsiones de la consultora Randstad, la Comunitat Valenciana generará más de 9.500 contratos en la próxima campaña de Semana Santa, un 20% más que hace un año cuando se registraron 7.958. No obstante, estas contrataciones están en el aire ante la dificultad de encontrar los perfiles necesarios, que van desde camareros hasta cocineros, pasando por recepcionistas de hotel. Además, también escasean guías turísticos, pinches de cocina, camareras de piso, limpiadores y conductores de transporte destinado al desplazamiento de visitantes.
«La falta de mano de obra es elevadísima, sobre todo en restauración. Esto se debe a un cambio generacional, ya que la gente no quiere trabajar en festivos ni fines de semana», explica Galloso, quien defiende que los sueldos no son el problema. «No deja de ser sector servicios, que trabaja cuando la gente se lo está pasando bien», señala. En concreto, el actual convenio, recientemente aprobado, establece un incremento salarial de hasta el 8%, pero repartido en cuatro años hasta 2025. Así, por ejemplo, un ayudante de camarero o de cocina a jornada completa pasará de cobrar de salario base actual 1.079,26 euros a 1.130,52 euros en 2023, 1.148,12 euros en 2024 y 1.165,60 euros en 2025.
Para numerosos trabajadores y organizaciones sindicales del sector, este convenio es insuficiente y el problema por el que los empresarios no encuentran mano de obra radica tanto en las condiciones como en los sueldos. Según Cristina García, secretaria general de Servicios en CCOO PV, la falta de capital humano se debe a la poca profesionalización del sector. «En otros como la sanidad se trabaja a turnos, independientemente de que sean fines de semana y/o festivos. La diferencia está en la compensación de los mismos. Otro motivo es que los salarios están ajustados al SMI y eso tampoco ayuda mucho a crear una proyección profesional en el sector», explica García, quien advierte que, debido a esta situación, el trabajo en hostelería «es más un camino hacia otras profesiones y no se ve tanto como un proyecto de carrera».
Esta falta de personal está llevando, incluso, a que varios hoteles cancelen eventos, tal y como cuenta Galloso. «Hay hoteles que no asumen más compromisos porque no pueden cubrirlos. Está pasando en hoteles de cuatro estrellas donde pagan salarios por encima de convenio», indica el director de la patronal, quien también culpa a la «mala imagen» que han creado ciertas personalidades públicas. «Afirmaciones como que 'no queremos ser un país de camareros', como si fuera algo indigno, no ayudan. No todos podemos ser ingenieros de Silicon Valley», sostiene tras admitir que, como en todos los sectores, «hay empresas que no hacen las cosas bien».
El director de la cadena SH, Javier Vallés, da fe de la dificultad de encontrar personal en los hoteles que gestiona. «Este sector es muy vocacional y requiere un cierto sacrificio y hoy en día la juventud o la gente que se incorpora al mercado laboral busca sectores con mejor conciliación familiar», sentencia Vallés, que incide en que buscan principalmente profesionales para el mantenimiento y limpieza, así como camareros.
«Nosotros necesitamos para tener una plantilla más estable, entre un 10% y un 15% más del servicio que actualmente estamos dando», señala el empresario, quien explica que la cadena ahora mismo cuenta con cerca de 330 empleados. «Hay una leyenda de que se trabajan muchas horas gratuitas y eso para nada es así. Tienen sus días de libranza, de descanso y con el control de jornada así mismo se puede demostrar», apostilla.
Sin embargo, por su parte, la responsable de este sector en la delegación valenciana de CC OO destaca el impacto de la economía sumergida especialmente en la hostelería. «Lamentablemente esta situación se sigue dando, sobre todo con contratos a jornada parcial que en realidad superan las jornadas completas, por lo que son horas no cotizadas. También se produce fraude en la realización de horas extra sin compensación o 'en negro'», agrega García.
En el negocio de las agencias de viaje tampoco se libra de la falta de profesionales. Así mismo lo confirma la empresaria Asunción Piera, quien apunta, además, al problema del intrusismo laboral mediante los llamados 'free tour'. «Paré a uno de estos guías con el paraguas naranja y le pregunté si es historiador o está especializado en Historia del Arte y resulta que no tenía ningún tipo de formación relacionada. Luego cobran 20 euros que dicen que es la voluntad, cuando un guía local cobra 130 euros más IVA a todo un grupo de 30 personas», asegura.
Según Piera, la escasez de mano de obra en las agencias de viaje en la Comunitat es más del 60%. «Es para llorar», asegura la profesional, cuya empresa cuenta con cuatro guías turísticos, una cantidad que se queda corta ante una demanda creciente de visitantes. «A veces me toca hacer de guía. Por ejemplo, hace cuatro días me coincidieron cinco salidas», cuenta la empresaria, a quien le contactan otros compañeros pidiendo contactos para encontrar trabajadores. «Ahora para Semana Santa está complicado. Me llaman compañeros para ver si conozco a alguien que puedan contratar. Sin ir más lejos, a una empresa de autocares se le han ido seis conductores», destaca.
Por otro lado, en el lado de los apartamentos turísticos el drama es menor, pero no deja de ser tampoco una realidad. El presidente de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas (Fevitur), Miguel Ángel Sotillos, cuenta que personal de limpieza y de servicios técnicos. «En nuestro caso, la plantilla es infinitamente más estable porque el 90% de los empleados están fijos todo el año. De todos modos, llevamos un par de años que nos cuesta conseguir limpiadoras», señala.
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