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J.M.L.
Toledo
Jueves, 11 de enero 2024, 16:46
Castilla-La Mancha ostenta el triste título de ser una de las comunidades autónomas con mayores tasas de siniestralidad laboral, junto a Baleares, Navarra y ... La Rioja. El nuevo año parece que se presenta con la misma tendencia a juzgar por los siniestros registrados en los puestos de trabajo en la primera quincena. De hecho, en apenas 24 horas se han contabilizado tres accidentes laborales con el balance de un fallecido y cuatro heridos. El último siniestro mortal en el tajo ocurría en la madrugada de este jueves en una subestación eléctrica de Alcolea de Calatrava (Ciudad Real) donde un trabajador de 40 años fallecía electrocutado y otro de 26 sufría quemaduras en una de sus manos y era derivado a la Unidad de Quemados del Hospital Universitario de Getafe (Madrid).
Horas antes, dos obreros, de 55 y 43 años, sufrían heridas al caerse de un andamio desde cuatro metros de altura en unas obras en la Fábrica Municipal de Maderas de Cuenca y un tercer trabajador sufría la misma suerte al caer desde el tejado de la nave de una empresa textil, a seis metros de altura, en Fuensalida (Toledo).
Accidentes laborales que se suman a la negra estadística que arrastra Castilla-La Mancha desde hace años con Guadalajara como la provincia española con la mayor tasa de accidentes laborales con resultado de muerte. Ante estas cifras, el sindicato CC.OO. pide que «se intensifiquen las acciones preventivas advirtiendo porque vamos a exigir responsabilidades a las empresas», como afirmó este jueves el secretario general de este sindicato en Ciudad Real, José Manuel Muñoz. Más allá va Raquel Payo, secretaria de Salud Laboral de CC.OO. en Castilla-La Mancha, que califica estos datos de «inasumibles porque debería haber una mayor inversión en la prevención de la siniestralidad laboral.
De la misma opinión es Javier Flores, secretario de Organización y Salud Laboral de UGT en Castilla-La Mancha, para quien «algo estamos haciendo mal para que sigamos lamentando no sólo accidentes graves sino también muertes en el tajo, lo que es intolerable».
Desde la patronal castellano-manchega, la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (CECAM), apuntan que llevan más de dos décadas organizando actividades de prevención y formación en las empresas y reconocen que la siniestralidad laboral se ha disparado tras la pandemia, aspecto que merece un análisis.
Por su parte, desde la Junta de Castilla-La Mancha, la consejera de Empleo, Patricia Franco, anunció este jueves que la comunidad contará en breve con ocho subinspectores de Trabajo más y que intención del Gobierno autonómico es crear un Instituto Regional de Salud Laboral para analizar los datos de siniestralidad laboral y elaborar estrategias con el fin de reducir estas cifras tal y como vienen demandando los sindicatos desde hace años.
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