La Comunitat inicia el año con 615.000 valencianos en ERTE o desempleados

El año 2020 será recordado por el coronavirus y por sus efectos en todos los ámbitos de la vida, entre ellos el económico, porque sus consecuencias (confinamiento, hibernación, restricciones, rebrotes, etc.) han condicionado un ejercicio en el que las previsiones económicas han sufrido vaivenes: desde la caída histórica del PIB español un -18,5% en el segundo trimestre hasta el rebote del 16,4% en el tercero. No obstante, el Banco de España prevé que la economía cierre en negativo.

Superar la crisis y reactivar la economía, además de salvar empleos, será uno de los retos de 2021. En el caso de la Comunitat también hay otros asuntos pendientes, como despejar la incógnita de cómo será el futuro reparto de los fondos europeos, que ya se han fijado en 1.254 millones, adaptar el recién aprobado plan del comercio (Patsecova), culminar la fusión entre Caixabank y Bankia o avanzar en la reducción de los trámites administrativos, además del futuro de Ford en Almussafes o despejar la incógnita de la ampliación del puerto.

Si hay un ámbito que ha sido especialmente golpeado ese ha sido el empleo, que trajo de nuevo a la actualidad las siglas ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), los retrasos en los pagos de las prestaciones y una tasa de desempleo que no deja de aumentar. Salvar el empleo, y crearlo, será uno de los retos que afrontarán las distintas administraciones este año. Hasta el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, lo reconocía en su mensaje de fin de año, en el que apeló a los fondos europeos para recuperar el empleo en la Comunitat: 90.000 puestos de trabajo en tres años.

De fondo, las cifras actuales, con 433.672 valencianos desempleados el pasado noviembre (último dato publicado), un 20,29% más respecto al mismo mes del año pasado, lo que sitúa la tasa de paro en el 17,3%, según la estadística del ministerio de Empleo y Seguridad Social. El sector servicios es, de nuevo, el más golpeado, con casi 300.000 personas. A ellos se suman los 182.348 trabajadores de la Comunitat que, a 14 de diciembre (última cifra facilitada por la conselleria de Economía), aún permanecían afectados por un ERTE, una fórmula que finaliza el próximo 31 de enero salvo que Gobierno y agentes sociales pacten una nueva prórroga.

Trabajar cuatro días y librar tres. Así es la semana laboral que estudia regular el Gobierno en España como desvelaba hace unas semanas el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y que generó rechazo dentro del mismo Ejecutivo al entender que en plena crisis económica no es el momento. «No debemos descentrarnos», aseguraba la ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero. No es la primera vez que se plantea el proyecto y en España ya hay algunas empresas que lo han implantado por su cuenta.

Precisamente por ello, en la Comunitat el nuevo ejercicio traerá un programa piloto, dotado con 1,5 millones, de la conselleria de Economía para ayudar a las empresas a que lo pongan en marcha sin recortar salarios. Eso sí, la medida tendrá que ser consensuada con patronal y sindicatos.

La pandemia de coronavirus ha afectado de forma especial a la industria valenciana del automóvil, que tiene en el centro a la factoría de Ford Almussafes. Tras unas primeras semanas de relativa normalidad en 2020, la demanda se paralizó durante el confinamiento y, en los meses posteriores, mercados tradicionales europeos como el francés, alemán o británico no terminaron de despegar. Esto llevó primero a detener la producción en la planta y posteriormente a parones parciales que se han extendido incluso a este inicio de 2021 y traducido en que se hayan producido unos 100.000 vehículos menos que los casi 350.000 que vieron la luz en 2019.

En este contexto, Ford Almussafes y toda la industria auxiliar afronta 2021 con la certeza de que los primeros meses continuarán siendo duros pero también con el objetivo de que conforme avance el año se pueda recuperar cierta normalidad. Para esta misión juegan un papel muy destacado los proyectos de coches híbridos y eléctricos que aspira a fabricar así como la nueva planta de baterías que se ha impulsado con ayuda del Consell. En un año en el que se prevén también recortes en algunas plantas europeas, Ford Almussafes se erige como una de las más competitivas pero no tiene todo el futuro asegurado y será necesario un esfuerzo.

Tanto para el empleo como para el sector de la automoción (en el ámbito de la sostenibilidad y descarbonización) serán claves los fondos europeos de reconstrucción, valorados en 1.254 millones y a los que tanto se apela para abordar la transformación del tejido productivo, así como su digitalización. La previsión es que en abril o mayo se pongan en marcha las convocatorias de ayudas, por lo que Gobierno, autonomías y empresas ultiman las propuestas. La Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) instaba en una jornada organizada con la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados a la unidad de todos para que la Comunitat no se quede «fuera de juego» en el reparto.

«Nos puede parar un virus pero no nos puede parar la burocracia», apuntaba recientemente la CEV. Reducir los procesos administrativos y dar mayor agilidad a los trámites, como las licencias de obra, es uno de los retos de este año, sobre todo si se quiere reactivar la economía, al igual que el papel que pueda jugar la colaboración público-privada.

En este sentido, deberán verse los primeros resultados del llamado Plan Agiliza, concretado en un convenio firmado entre la Generalitat y la patronal el pasado junio y que el Consell tardó año y medio en materializar. El proyecto aspira a reducir un 30% los trámites administrativos de las empresas. En concreto, se pretenden suprimir unos 350 pasos de los 1.200 que existen en la relación de las empresas con la Generalitat. También busca disminuir un tercio la media de 197 días de espera para los procedimientos.

Esa agilidad administrativa también ha sido reclamada en más de una ocasión por el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, para evitar los plazos tan dilatados en algunas obras (15 años, por ejemplo, para el acceso ferroviario al puerto de Sagunto). No tanto, pero sí más de un año, lleva de tramitación la nueva terminal de la ampliación norte del puerto, pues fue en septiembre de 2019 cuando la APV seleccionó la oferta de TIL (filial de MSC).

Desde entonces, y con la fase de exposición pública y redacción del anteproyecto de por medio, la propuesta está pendiente de que Puertos del Estado dictamine si es necesaria o no una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA). La previsión es que se conozca en febrero.

Las juntas de accionistas de Caixabank y Bankia dieron el visto bueno para llevar a cabo la fusión que llevará a la creación del mayor banco español el pasado diciembre en Valencia. Tal y como aseguró en su comparecencia Gonzalo Cortázar, consejero delegado de Caixabank, se espera que la operación sea una realidad en el primer trimestre de 2021. Pero además de toda la cuestión legal la nueva corporación deberá afrontar la unión operativa, tanto de las diferentes plataformas como de oficinas y empleados, lo que se quiere cerrar también durante este ejercicio aunque se admite que se alargará hasta casi el final del año. Se espera que el proceso se salde con cierres de sucursales y salidas pactadas de trabajadores.

El 2021 también será un año importante para Caixa Ontinyent ya que en abril se culminará el proceso por el cual José Plà será elegido el nuevo presidente de la caja de ahorros en sustitución de Antonio Carbonell tras pactarse una lista de consenso.

Después de un año en el que se han cancelado la mayoría de los grandes eventos, Feria Valencia afronta el nuevo ejercicio con la esperanza de volver a realizar las grandes citas presenciales. Aunque se ha decidido que hasta marzo no haya ninguna presentación a partir de ese mes se apuesta por realizar un impulso con el objetivo de conseguir que vea la luz la feria del azulejo de Cevisama, el principal certamen por volumen de negocio, que en esta ocasión se ha fijado en mayo para sortear la pandemia.

De forma paralela, y una vez finalizado el proceso de subrogación de la duda, queda pendiente el debate sobre el nuevo modelo ferial y la búsqueda de socios externos. Una cuestión que debe estar precedida por la cesión de los terrenos del Ayuntamiento de Valencia a la Generalitat, un punto que permanece estancado.

Casi en el tiempo de descuento de 2020, el 28 de diciembre, fue aprobado por el pleno del Consell el Plan de Acción Territorial Sectorial del Comercio de la Comunitat Valenciana (Patsecova) tras alcanzarse un acuerdo entre miembros del Consell de PSPV y Compromís. Pese a todo, la norma no entrará en vigor hasta septiembre y queda matizar uno de los asuntos que llevó a que haya estado bloqueado durante 21 semanas, a partir de qué superficie los supermercados deberán contar con una nueva licencia medioambiental. Un punto que se quiere pactar con el sector en estos meses.