El reto sindical en Valencia: «Trabajar menos, vivir mejor»

Alrededor de las 11.20, uno de los organizadores, agotada ya la paciencia, anunció que sin más demora, aquello iba a arrancar. Se quedó con la palabra en la boca Sandra Gómez, la última en intervenir tras los dos líderes sindicales, Baldoví, Robles, Morant y la 'renacida' para la causa valenciana, la exministra Leire Pajín, ahora sorprendente apuesta de los socialistas para las europeas. Los partidos disponen de una inagotable bolsa de aspirantes siempre dispuestos a cualquier puesto. Y el de eurodiputado genera unas expectativas enormes. Ninguno de los anteriores quiso perderse la cita. Pajín prometió ayer aportar «su granito de arena» por la paz y contra el cambio climático.

En materia laboral, los sindicatos concentraron sus esfuerzos en la reducción de la jornada laboral de 40 horas (impuesta en 1982) hasta lograr las 37,5 horas dentro de un año. El reto no deja de ser ambicioso tras algunos incontestables éxitos como la reforma laboral o el aumento del Salario Mínimo Interprofesional.

La marcha ha sido secundada por miles de personas, pero sin demasiada intensidad reivindicativa. Estos actos parecen haber perdido el carácter que reunían en el pasado. La cifra de asistentes ha sido de 5.000 participantes, según las informaciones facilitadas por la Delegación de Gobierno. A lo largo de la marcha se repartieron octavillas en las que se anunciaba la oposición a la ampliación del Puerto de Valencia y una manifestación para el 31 de mayo. De igual modo, también se aprovechó el acto para repartir información del partido comunista.

Ismael Sáez, de UGT, reivindicó el papel de los sindicatos en el avance de las condiciones y el «fructífero resultado» del diálogo social que ha conseguido elevar el salario mínimo y también las pensiones. En el lado menos conformista, demandó un «pleno empleo con derechos» y la reducción de la jornada, el verdadero reto de esta legislatura. En términos similares se expresó Ana García, de CC OO.

Los manifestantes portaron pancartas y carteles en los que se podía leer 'Tenim el poder de cambiar les coses', 'Contra la desigualtat, servers públics de qualitat', 'Ni un pas enrere' o 'Treballar menys, viure millor'.

Previamente, en una entrevista en Les Noticies del Mati ( À Punt) habían coincidido en rechazar que el debate de la falta de productividad se puede acrecentar con la reducción de la jornada, por supuesto, sin consecuencias económicas. Ambos comentaron algunas amenazas que perciben de cara al futuro ante una hipotética fusión de BBVA y Sabadell ante la reducción de la oferta para el ciudadano en un mercado con tan pocos participantes.

García, por su parte, ha clamado por la necesidad de controlar los precios del alquiler con la aplicación de la Ley de Vivienda, mientras Sáez ha alertado acerca de los riesgos del turismo masivo que ha generado manifestaciones de protesta en algunos territorios como Canarias.

La marcha de este pasado miércoles estuvo condicionada más que nunca por la elevada tensión política a raíz del episodio de Sánchez y el horizonte electoral, con Cataluña y las europeas donde los dirigentes reclamaron una participación masiva. «Europa no queda tan lejos, nos va mucho en juego. Lo que deciden en Bruselas nos lo aplican a todos los días».

Los líderes sindicales reclamaron mejoras en la contratación, cambiar la regulación del despido, favorecer la igualdad de oportunidades o una política industrial «verde y sostenible» han sido otras de las demandas de los sindicatos. Así, abogaron por la relocalización de empresas en la Comunitat para ser «punta de lanza» y crear «trabajo decente». «Debemos recuperar empresas que se fueron en épocas pasadas porque se pensaba que únicamente teníamos que ser el sol y la playa de Europa», remarcaron.