Los transportistas reclaman el acceso norte al Puerto para evitar colapsos de tráfico

La Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) –integrada por 1.500 socios– hizo ayer balance del año actual, marcado por la pandemia de Covid pero del que su presidente, Carlos Prades, asegura que las empresas asociadas están «mejor de lo que preveíamos», ya que se está trabajando al ritmo previo a la crisis sanitaria del Covid. «Hablando de actividad estamos todos en buena situación si comparamos con lo que sucede en sectores como hostelería o turismo», añade al tiempo que recuerda que la pandemia demostró que el sector es «esencial y estratégico».

No obstante, recuerda que algunos subsectores, como el de transporte internacional o el portuario, sufrieron caídas de actividad de entre el 50% y el 25-30%, respectivamente, en los meses de abril o mayo. «O el de grúas y mudanzas, que estuvieron parados del todo en un periodo largo de tiempo», añade.

Una de las reivindicaciones que los transportistas extienden al próximo año es la de las conexiones de infraestructuras, un tema en el que surge el acceso norte al Puerto de Valencia. De «sinsentido» califica la negativa existente a su ejecución (actualmente Ineco estudia diferentes opciones) y remarca que es una conexión «indispensable» para evitar contaminación y colapsos de tráfico. Y pone ejemplo para ilustrar su necesidad el de «los 30 kilómetros que tiene que hacer un camión para ir de Sagunto a la entrada sur del puerto». Además, a su juicio, «con la ampliación norte necesitaremos otro acceso para que puedan acceder todos los camiones previstos». «No somos 'anti-tren', que es el futuro del desarrollo de la red, pero tiene que ir de la mano del camión. La intermodalidad es la clave», remarca.

Respecto a la AP-7, liberalizada el 1 de enero de este año lamenta que se hiciera sin tener cubiertos los servicios para los transportistas y los enlaces de conexión con los municipios. Además, «ya veremos lo que tardamos en pagarlo», apunta en referencia al coste de conservación de los casi 400 kilómetros recuperados para la red viaria estatal. En este sentido, sobre el pago por uso de las carreteras –un debate que hace unas semanas volvió a reactivar el Ministerio de Transportes– el presidente de la FVET lo rechazó y pidió «coherencia y memoria al ministro porque no hace muchos meses dijo que nada se aplicaría sin el consenso del sector».

«Ya revertimos 15.000 millones anuales al Estado sólo con los impuestos del combustible. Si el dinero fuera a lo que tiene que ir, se podrían mantener todas las carreteras en perfecto uso. Nosotros ya aportamos, mucho más que otros», remarcó. Y apuntó como ejemplo que en el puerto valenciano «un camión factura 0,75 euros por kilómetro; dime cómo puedes gravar eso con 19 céntimos, que es de lo que se ha hablado».

En el repaso al ejercicio actual Carlos Prades también señaló dos problemas que sigue arrastrando un sector actualmente muy atomizado. Por un lado, la morosidad del transporte, que se sitúa en los 90-120 días («una barbaridad», apunta); por otro, el precio del combustible. Por ello, los transportistas reclaman la modificación de la ley actual de transportes de forma que se elimine la coletilla «salvo pacto contrario» incluida en los dos puntos anteriores.

También pide a la Administración menos cargas burocráticas y mayor agilidad, «que no nos entorpezcan», resume Prades.