Trump amenaza con aplicar aranceles del 200% al vino y otras bebidas alcohólicas de la Unión Europea

La medida, en caso de entrar en vigor, «beneficiará enormemente al sector del vino y el champán estadounidense», ha asegurado. Todo llega un día después de que Bruselas anunciara la imposición de gravámenes por un valor de 26.000 millones a una serie de productos procedentes de EE UU y que se aplicarán a partir de abril. Cabe recordar que los gravámenes del 25% al acero y aluminio que impuso la Administración Trump a nivel global entraron en vigor este miércoles.

Javier Ruiz de Galarreta, presidente de la Asociación de Exportadores de Rioja Alavesa, considera que las palabras de Trump son una «amenaza gravísima» y «sin sentido», porque en caso de concretarse estos nuevos aranceles, las botellas de vino aumentarían su precio de manera exponencial en territorio estadounidense. EE UU es el tercer cliente más grande de la asociación, ya que en 2024 las ventas al país ascendieron hasta los 35 millones de euros. Tan solo Reino Unido y Alemania se sitúan por encima en este apartado.

La Federación Española del Vino (FEV), por su parte, ha lanzado un comunicado alertando de que estos aranceles «sacarían a los vinos españoles y europeos del mercado de Estados Unidos de manera clara y efectiva». El presidente de la FEV, José Luis Benítez, ha reiterado que un mercado «tan importante» como lo es el estadounidense para el vino español no puede verse afectado por «represalias comerciales que no tienen nada que ver con el producto». Por último, ha instado a la UE a sacar el vino de la lista de productos de represalia.

Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), se ha pronunciado tras la amenaza de Trump. «Él se lo va a perder porque tengo que reconocer que el vino español es maravilloso, además de todas las regiones de España», ha afirmado. No ha dudado en calificar esta nueva amenaza como un «error enorme» y sus políticas arancelarias como «erráticas».

En la misma línea se ha manifestado el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que asevera que «este no es el buen camino». Que los productos agroalimentarios sean objeto de una batalla comercial «es muy malo», dado que tiene una repercusión en el coste de la cesta de la compra y en la economía de las familias. «Cuando sube la inflación de los alimentos, evidentemente los ciudadanos y las familias no están contentos», ha dicho. No obstante, ha recordado que la amenaza del presidente estadounidense solo es un «anuncio» por ahora, y ha garantizado que aunque su voluntad siempre sea la negociación, «no nos va a temblar el pulso en la defensa de nuestros productores».

El sector de la viticultura tiene un peso importante en la economía española. Actualmente, España es el cuarto mayor exportador de vino a Estados Unidos. Solo Francia, Italia y Nueva Zelanda, en ese orden, saldrían más perjudicados en caso de que la medida se materializara en un futuro. Los últimos datos de la Federación Española del Vino cifran en 3.995 las bodegas que operan en el país. De media, las empresas que se dedican a ello facturan 747.585 euros y el sector de la viticultura representa el 1,9% del Producto Interior Bruto del país.