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El último frente que quedaba en Ford Almussafes de cara a la producción de coches eléctricos a partir de 2026 comienza a despejarse. El ... Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ha avalado la sentencia del juzgado que rechazó el recurso interpuesto por STM-Intersindical, el sindicato minoritario de la planta y más combativo, contra el acuerdo de electrificación que fue alcanzado por el comité de empresa liderado por UGT el año pasado.
Este movimiento era la penúltima bala que le quedaba a la organización, que ahora tan sólo puede recurrir la sentencia al Tribunal Supremo. Algo que su representante y delegado, Daniel Portillo, ha confirmado que harán «para llegar hasta el final». Todo pese a que el tribunal vuelve a insistir en que el acuerdo se realizó acorde a la legalidad, algo que ya hizo un juzgado de lo social, que rechazó tomar medidas cautelares y suspenderlo.
La firma del mismo fue polémica por el hecho de que presentaba renuncias de la plantilla para hacer más atractiva la oferta valenciana, que el año pasado compitió con la planta alemana de Ford en Saarlouis por hacerse con la producción de coches eléctricos y asegurar su futuro.
Entre las renuncias figuraban, entre otros, ampliar los turnos de trabajo en 15 minutos o limitar las subidas salariales los próximos años, que quedan por debajo del Índice de Precios al Consumo (IPC). Una serie de cesiones que UGT, sindicato mayoritario que firmó el acuerdo, vinculó a contar con coches de nueva generación y que rechazó STM-Intersindical con fuertes críticas.
El origen del conflicto estaba en que el sindicato minoritario consideraba que el acuerdo no había cumplido las normas internas de Ford Almussafes «al no haberse pactado en referéndum». Una tesis que rechazaban desde UGT, que recordaban que se había consultado a la plantilla de forma telemática y que lo habían avalado los representantes de la empresa, que no aprobaron explícitamente una votación de toda la plantilla. Ahora el TSJ le avala.
Por tanto, ahora tan sólo quedaría el recurso ante el Tribunal Supremo, que lo más probable es que no prospere. De esta forma, se cerraría un conflicto que no gustó en la dirección de Ford, que no veía como un punto a favor la división sindical.
Ahora los sindicatos se centrarán en gestionar las bajas del ERE que conlleva la salida de más de un millar de las 6.000 personas contratadas. Todas se llevarán a cabo con bajas voluntarias y prejubilaciones a partir de los 53 años. Un proceso consecuencia de que en Almussafes se hayan dejado de producir en poco más de un año tres de los cinco vehículos de su oferta, quedando sólo la furgoneta Transit Connect –en su ciclo final de producción– y la joya de la corona, el Kuga. En este último depositarán sus esfuerzos hasta la llegada de los eléctricos.
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