UGT negociará un nuevo ERTE para Almussafes tras el final anticipado de la Transit

El próximo viernes finaliza el ERTE que está en vigor desde febrero y que en la actualidad afecta a 700 trabajadores, por lo que desde UGT, sindicato mayoritario en la fábrica, ya advirtieron la semana pasada de la necesidad de volver a negociar un nuevo expediente de regulación temporal para hacer frente al impasse temporal hasta que se concrete modelo, plazos y cifras del nuevo vehículo.

El secretario general de UGT, Carlos Faubel, aseguró a este periódico que la idea principal de la reunión de este martes con la empresa es la de pactar «un plazo concreto para conocer todos esos detalles», ya que el anuncio de adjudicación de un nuevo vehículo resulta insuficiente para una plantilla que ansía saber qué depararán los próximos meses. «Tienes el anuncio, pero hasta que se transforme en una realidad es un proceso que cuesta mucho», explicó Faubel, quien también confía en que el ERTE sea una medida suficiente ante la situación que está por venir.

La reunión llegará tan solo un día después de que la planta de Almussafes haya producido la última unidad de la furgoneta Transit Connect, cuya fecha de caducidad estaba prevista para el miércoles pero se ha adelantado por un reajuste de la producción. El adelanto deja a la fábrica valenciana con un solo activo en su línea de producción, el Ford Kuga, que será producido en la versión de combustión, en la híbrida y en la híbrida enchufable a partir de la próxima semana. Además, desde UGT confían en que el SUV alcance sus mayores cifras de producción con más de 700 unidades diarias que puedan ofrecer algo de oxígeno para los trabajadores de la planta de Almussafes.

La furgoneta, que a finales de 2023 ya dejó de construir su versión americana en la factoría de la Ribera Baja, ha estado en la línea de producción de Ford Almussafes desde septiembre de 2013. En total, la marca del óvalo ha producido casi un millón de unidades (972.389) de este coche, que después de más de una década abandona la fábrica valenciana.

En el año 2011, la multinacional norteamericana confió en la planta de Almussafes para producir uno de los vehículos comerciales compactos de Ford para sorpresa de muchos, ya que sus características no se ajustaban del todo a las que podía ofrecer la única factoría española de la marca. Era un momento de máxima actividad tanto de la planta como del parque de proveedores, por lo que la empresa quería aprovechar para producir en cantidad, pero sin dejar de lado la calidad. El modelo era un reto complicado para Almussafes, ya que además de ser complejo requería un gran número de variables de cada pieza.

Sin embargo, la fábrica valenciana cumplió situándose en más de 100.000 unidades anuales de media. En el año 2015, incluso se superaron las 120.000 unidades.