Domingo, 21 de agosto 2022, 23:18
La última modalidad descubierta de los daños causados por la proliferaciónn de conejos en los cultivos consiste en la pérdida de narajas que son arrancadas de las ramas bajas. Los efectos más habituales hasta ahora, en las zonas con altas poblaciones de estos animales, consistían en destrozos en hortalizas, vides, plantones de cítricos y hasta en la corteza de troncos de árboles adultos, que se puede ver roída hasta causar la muerte de los ejemplares atacados. Ahora se ven, además, por debajo de las 'faldas' de los naranjos, frutos en tierra, con el pedúnculo cortado por los roedores.
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