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Usuarios, trabajadores (en concreto, maquinistas) y empresarios (en este caso, contratistas de obra pública) coincidieron este miércoles en la valoración que realizaron de la reunión mantenida entre el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, para abordar la situación actual de la red de Cercanías, que ha empeorado tras el incremento de supresiones por las bajas laborales de los conductores (algunas de ellas por Covid) y por el incendio que afectó a un edificio técnico de la estación de Massalfassar y que ha obligado a recortar las circulaciones entre Valencia y Castellón.
Esa unanimidad se tradujo en una crítica al desinterés por parte del Gobierno central hacia las deficiencias que arrastra este servicio ferroviario en la Comunitat desde hace años, ya que sólo se arrancó el compromiso de un nuevo plan de choque –ya hubo uno en febrero de 2020– que se conocerá la próxima semana. Eso a pesar de que en octubre el ministerio encargó un informe para tener un diagnóstico del estado actual de la red de Cercanías.
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Así, para la Plataforma de defensa del ferrocarril de CGT, que ha impulsado concentraciones para reclamar inversiones en las distintas líneas de la red, es «una hipocresía reconocer la situación de Cercanías, pero continuar con la apuesta por el AVE a Castellón, volviendo a dilapidar la mayoría de los recursos económicos existentes, una vez más, en los servicio que utiliza una minoría». Además, según su coordinador, Juan Ramón Ferrandis, el traspaso del servicio que reclama la Generalitat «no es la solución».
A su juicio, «la apuesta de debería pasar por un nuevo modelo de gestión y una apuesta firme por el transporte de proximidad», en el que también participen usuarios y trabajadores. Recuerda también que «el mero traspaso no es garantía de buena gestión. Y la prueba es la situación de FGV, donde se siguen privatizando y reduciendo servicios».
Desde las plataformas Indignats amb Renfe y Usuàries del tren valencià lamentaron «profundamente» que se haya esperado hasta llegar a «una situación límite y catastrófica». En un comunicado, las dos entidades han criticado la «serie de negligencias en la gestión en la que se deberían depurar responsabilidades y actuar en consecuencia» y han reclamado que el plan de choque se traduzca en un «presupuesto que solucione un problema estructural».
Asimismo, sobre el traspaso de competencias también han remarcado que «no garantiza una buena gestión, y ejemplos hay muchos, donde acaban privatizando y reduciendo servicios. El problema no es la empresa pública Renfe-Adif, es su política de gestión que mantienen unos índices de fiabilidad bajísimos y no está siendo una alternativa real de transporte público».
Mientras, fuentes del Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf) –mayoritario en Renfe– mostraron su «esperanza y desconfianza» en la promesa del ministerio, ya que a pesar de que el anterior plan de choque contemplaba la incorporación de conductores (36, según se anunció) «estamos peor en saldo de personal» porque los procesos de desvinculación y las nuevas entradas no van al mismo ritmo. «Hay voluntad pero queda mucho por hacer», indicaron las mismas fuentes, que confiaron en que se cuente con el sindicato para el grupo de trabajo anunciado también por la ministra.
Por su parte, la Cámara de Contratistas de la Comunidad Valenciana califica de «postureo» el encuentro ya que no se tomaron medidas concretas para frenar «el caos reinante y reincidente» en Cercanías, según su director-gerente, Manuel Miñés. A su juicio, «lo urgente, y no sé si son capaces de hacerlo ya y ahora, es dotar de maquinistas y personal auxiliar a los núcleos de Valencia y Alicante. No vale un parche».
Además, reclama que se ponga «fecha y dotación presupuestaria» a las actuaciones y obras pendientes en las líneas de Cercanías. «Todo lo que no sea planificación y fechas inamovibles es papel mojado y un engaño mas a los valencianos», lamenta.
La vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, ha pedido al Gobierno central un «plan solvente» para las Cercanías en la Comunitat. «La gente está muy harta», ha asegurado en declaraciones a los medios de comunicación tras una visita en Albal al ser preguntada por el vídeo satírico de Compromís sobre las cancelaciones de trenes.
«Se debe hacer un plan solvente para solucionar esta cuestión porque parece que todas las inversiones se han ido al AVE y el medio de transporte que gasta la gente todos los días es el tren de Cercanías, Renfe, el metro o el bus, y están dejados de la mano de Dios», ha subrayado.
Mientras, su compañero en el Gobierno autonómico y conseller de Obras Públicas, Arcadi España, ha remarcado que a la ministra Raquel Sánchez se le traslado «la indignación de los valencianos» y que no se necesitan «más planes o anuncios sino medidas concretas en varios aspectos». Entre ellos mencionó la formación, donde ha pedido «agilidad y un cronograma», y la atención al cliente.
Por otro lado, el portavoz de Infraestructuras del PP en Les Corts, Miguel Barrachina, ha señalado que la reunión es una «nueva tomadura de pelo propia del Día de los Inocentes», algo que también califica de «cómico». «Parece que han venido a reírse de los ciudadanos anunciando un plan en siete días y crear un grupo de trabajo después de venir anunciando otros tantos planes mientras el caos reina en Cercanías y Puig calla sumiso ante el Gobierno de Sánchez», ha indicado.
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