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RUBÉN GARCÍA BASTIDA
Domingo, 19 de junio 2022, 00:14
La inflación se cuela en las maletas. Estas vacaciones, los turistas que las deshagan en la Comunitat Valenciana tendrán que lidiar con unas subidas de precio que alcanzan todos los estratos del gasto vacacional. Donde más lo notarán, según los últimos análisis de 'big data' ... realizados por el Instituto Valenciano de Tecnologías Turísticas (Invat-Tur), será en las dos partidas más importantes en el presupuesto de todo viajero: el alojamiento y el transporte. Comprar un billete de avión a la Comunitat cuesta ya hasta un 52% más que el año pasado, con grandes variaciones según el aeropuerto y el país de origen; y reservar una habitación de hotel puede suponer el desembolso de entre un 20 y un 30% más que en el verano de 2019, el último antes de la sacudida de la pandemia.
La Smart Data Office de Invat-Tur rastrea y cruza datos de plataformas y metabuscadores de internet para recopilar precios de venta y poder monitorizar en tiempo real las tendencias del mercado. Vistos todos los indicadores, el director de Inteligencia Turística de la Generalitat, Mario Villar, no solo constata una subida sustancial de precios este verano sino que ve una cosa clara: las vacaciones ya no volverán a ser tan baratas. «Creo que estos precios han llegado para quedarse, no veo fácil que cambie la tendencia con la inflación que hay en toda Europa», augura.
En cuanto al alojamiento, las cifras recopiladas por Invat-Tur de fuentes como Booking o Tripadvisor constatan ya una subida de media del precio en los hoteles de 3 estrellas en la Comunitat del 19%. Y en las zonas con mayor presión turística los incrementos son aún mayores. Hacerse con la reserva de una habitación entre el 20 de junio y el 2 de octubre en un hotel de la costa de Valencia cuesta un 31% más, con un precio de 87 euros por noche. La subida es similar en los 4 estrellas, con un 30% y 141 euros.
En el litoral de Castellón el encarecimiento llega aún más lejos, con una subida del 50% en los 3 estrellas, con 89 euros de media, y el 32% en los de 4, con un coste de 127 euros. Por su parte, los 3 estrellas de la Costa Blanca cuestan un 20% más que en el verano de 2019. El precio medio por noche alcanza ya los 100 euros. Mientras que los 4 y 5 estrellas suben un 15%.
Estas cifras, anticipadas por el 'big data', están en línea con los cálculos que la patronal de alojamientos de la Comunitat (Hosbec) hace en referencia al sobrecoste que la inflación y los cambios en el mercado laboral han provocado en el sector. «Crear una plaza hotelera nos cuesta hoy un 30% más que en 2019», señala Nuria Montes, secretaria general de Hosbec, quien reconoce que los hoteles han tenido que subir las tarifas, aunque recomienda esperar a la constatación del Instituto Nacional de Estadística (INE), para saber en qué cuantía.
La patronal estima que, debido «a los convenios colectivos y la reforma laboral», debe gastar entre un 5 y un 6% más en la partida de personal, la más importante en un hotel, ya que supone entre el 40 y el 45% del coste total. El siguiente coste en importancia es alimentación y bebidas, con cerca de un 20% del total. Este ha sufrido un incremento medio del 10%, asegura Montes, «y determinados artículos presentes en el buffet de un hotel, como el pollo, los huevos, el aceite de oliva y la fruta fresca están entre el 20 y el 30%», señala.
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Pero es en el tercer mayor coste, el energético, donde «el disparate ya es mayúsculo», lamenta Montes. Esta partida, que supone el 15% del total del gasto, concentra las mayores quejas del sector. «Los hoteles de medio tamaño han pagado ya en mayo facturas que multiplican por cinco o por seis lo que se pagó en ese mismo mes de 2019», afirma.
Por último, desde Hosbec recuerdan que tras dos años casi sin facturación, muchos empresarios han tenido que recurrir al endeudamiento, unos créditos «que hay que devolver y que también son otro coste más que tenemos que afrontar», dice la secretaria general.
Miguel Jiménez, presidente de la Asociación Empresarial Valenciana de Agencias de Viaje (AEVAV), ha visto los precios turísticos dispararse en los últimos meses. «Ha subido todo muchísimo: hoteles, vuelos, trenes, coches de alquiler, excursiones». Para él, «hay una parte que está justificada, pero en algunas cosas vemos precios que difícilmente se pueden justificar. Parece que algunas compañías quisieran recuperar en un verano todo lo perdido en dos años», apunta.
Respecto a los vuelos, según los informes de Invat-Tur, los incrementos pueden superar el 50% respecto a 2021 en billetes para fechas entre el 21 de junio y el 30 de septiembre.
73,8% es el porcentaje de empresas que incrementarán sus tarifas este verano, según el reciente informe del Banco de España sobre actividad empresarial. En concreto, el 38,1% de las compañías del país reconocen haber subido los precios desde marzo, y el otro 35,7% reconoce que tiene previsto hacerlo antes de septiembre. Siete de cada diez esperan que los costes sigan aumentando la presión sobre sus procesos productivos en 2023.
Los paquetes turísticos han subido un 6,9% de media en la Comunitat en mayo respecto al mismo mes del año anterior, según datos del INE. Desde el sector señalan que este verano la anticipación marca «grandes diferencias». En el ámbito de los alojamientos, tres de cada diez turistas han hecho sus reservas con uno o dos meses de antelación. Dos de cada diez, con entre 15 días y un mes, y solo el 13,8% las cerró entre dos y tres meses antes.
Por otra parte, la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) ya advierte de que el aumento de la movilidad y la demanda de combustible este verano puede llevar el precio del carburante hasta los 3 euros por litro. Con esas cifras, llenar el depósito de un coche de tamaño medio, con 55 litros de capacidad, costaría 165 euros de cumplirse esta advertencia.
También ha subido cerca de un 30% el precio de los coches de alquiler en los dos últimos años, según Mauro Derqui, presidente de la Asociación Empresarial de Alquiler de Vehículos de la Comunidad Valenciana y Murcia. Alquilar un utilitario en Alicante un fin de semana de agosto cuesta ya entre 120 y 160 euros, y algunas empresas ya no disponen de unidades.
En concreto, llegar al aeródromo de Manises desde Alemania cuesta ya unos 149 euros de media, un 52% más que el año pasado. Los billetes para el mercado francés, uno de los más relevantes, acumulan, con 96 euros de media, una subida del 31%.
Para el turista nacional el encarecimiento es algo menor, con un 10% y un precio medio de 53 euros, aunque se han detectado grandes variaciones según la fecha. A finales de agosto, por ejemplo, ya hay días donde el sobreprecio es de hasta el 32%.
Los italianos pagarán un 14% más, con 50 euros; y lo mismo se ha encarecido viajar desde Bélgica, con el billete medio situado en 88 euros. Reino Unido sube un 13%, con 85; y Países Bajos, un origen desde el que la demanda no ha dejado de incrementarse en el último año, sube un 7,5%, con 115 euros de media.
Estos precios varían sustancialmente en Alicante, donde Reino Unido, su principal mercado, debe pagar los billetes significativamente más caros, con 114 euros, aunque con una subida de solo un 5%. Si bien Villar anticipa problemas adicionales. «En Londres y otros aeropuertos de Reino Unido está habiendo dificultades para contratar a personal y ya ha habido algunas cancelaciones de vuelos con ocupación por este motivo, lo que podría afectar a afectar al precio»., explica.
Alemania vuelve a llevarse la peor parte, con una subida del 42%, hasta los 138 euros, tras perder el 20% de las conexiones aéreas con Alicante desde 2019. Para los noruegos, el segundo mayor mercado para la provincia a nivel internacional, la subida es del 18%, hasta los 168 euros y, si se analizan únicamente las aerolíneas 'low cost', la escalada llega al 50%.
Junto a estas subidas, los turistas encontrarán mayores precios en combustible, así como en servicios adicionales y restauración. Las vacaciones son más caras que nunca, pero eso no parece desanimar a los viajeros. «La demanda está muy fuerte y el internacional está tirando mucho», celebran desde el sector.
Para que la demanda no se haya desplomado ante una subida de precios generalizada como la que este año atraviesa el sector, los expertos señalan una mezcla de motivos sociológicos y económicos. «Se dan circunstancias muy especiales este verano. El turista internacional no viajó en los dos años anteriores, y está tirando con mucha fuerza», apunta Nuria Montes. La otra clave es el ahorro. Según los cálculos del Banco de España, las personas que no se han visto afectadas por las consecuencias económicas del Covid han acumualado cerca de 80.000 millones en cuentas corrientes. «En campañas futuras, cuando ya no haya ahorro, esperemos que haya aumentos de sueldos y que los convenios hagan su parte», dice Mario Villar.
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