Valencia se queda atrás en el despegue hacia la 'nube'

Seis décadas más tarde, la digitalización sitúa a España ante un escenario similar. Todo lo que sucede a nuestro alrededor se desarrolla en un escenario cibernético en el que cada dato cuenta. Las empresas lo saben e invierten cantidades ingentes de dinero en la construcción de inmensos almacenes capaces de guardar esa información para poder distribuirla a la mayor velocidad posible. Es decir, en la fabricación de sus propias 'nubes'. «Estamos trabajando en construir infraestructuras para que España sea el principal hub de centros de datos en el sur de Europa», explica Armando Leyma, socio fundador de Spain DC, la asociación que agrupa a todos los actores de un sector que cada vez gana un mayor protagonismo en nuestro país. Los 15.700 millones que Amazón destinará a crear una megarred de centros de datos en Aragón son un gran ejemplo de ello.

En esta ocasión la Comunitat Valenciana trabaja con mucha más cautela. Varios operadores han estado ligados a la historia de la autonomía, como Tissat o la empresa de telecomunicaciones Metrored. Ahora otros protagonistas tratan de seguir creciendo entre las gigantes corporaciones que apuestan por España, y que en breve empezarán a mirar con deseo a la Comunitat, según pronostican los expertos del sector.

Firmas como Nunsys, Nixval, Walhalla o Aire Oasix son algunas de las que componen el ecosistema valenciano de data centers, que en la actualidad cuenta con nueve centros de almacenamiento profesionales, según Spain DC. La inversión prevista para este año en la autonomía no es comparable a la que las grandes multinacionales prevén realizar en otras regiones, aunque sí que supondrá un impulso importante para el sector.

La unión de la valenciana NetHits con la británica Adequita traerá consigo el desembarco del centro de datos de mayor envergadura de la Comunitat, a pesar de la reducción del proyecto inicial previsto para el edificio de Docks en Valencia. Nxn Datacenters –nombre que recibe la empresa– desembolsará 60 millones de euros para la construcción de su nueva instalación, que contará con un total de 5.000 metros cuadrados y una capacidad de hasta 6MW.

A tan solo unos kilómetros del futuro espacio de almacenamiento de Nxn Datacenters, que se ubicará en el polígono industrial de Vara de Quart en Valencia, la otra compañía que pretende entrar con fuerza al panorama digital valenciano es Kio Networks. La firma, que hace tan solo un par de semanas fue adquirida en su totalidad por El Corte Inglés, abrirá a final de año en Paterna su innovador centro de datos –el primero totalmente refrigerado por CO2– tras realizar una inversión económica de 50 millones.

La llegada de los dos nuevos centros a la Comunitat se sumará a la renovación de los que ya llevan varios años ofreciendo sus servicios en la región. Es el caso de Nunsys, que se encuentra en pleno proceso de expansión de su centro de procesamiento de datos también ubicado en Paterna, o de Nixval, que este verano comenzó la ampliación de su instalación valenciana.

«La Comunitat no está tan atrás. De hecho, se encuentra en la fase 1 para el despliegue de la digitalización porque cumple con todos los requisitos», asegura Armando Layna. Pero, ¿cuáles son esos requisitos que hacen que un territorio resulte más atractivo?

La burocracia es el asunto diferencial. Al menos es lo que ha llevado a Aragón a crecer a pasos agigantados y a convertirse en un ejemplo para el resto de regiones. De hecho, el gobierno valenciano ya ha comenzado las negociaciones con la patronal para agilizar los trámites y allanar el camino a la inversión privada. «Pedimos a la Administración que nos ayude a agilizar los trámites. Si eso sucede puede haber una inversión de varios miles de millones en un plazo breve de tiempo», aseguran desde Spain DC.

La ubicación geográfica es otro de los asuntos a tener en cuenta, ya que «cuanto más cerca estás del dato menor tiempo tardas en obtenerlo». De hecho, esa sería la definición sencilla del concepto de «latencia», uno de los más importantes entre las compañías del sector. Se trata del tiempo que se tarda en recibir un dato dependiendo de la distancia a la que se encuentre ese dato. Actividades como los videojuegos o la emisión de contenidos en streaming pueden ofrecer ciertos problemas en su calidad en el caso de que la latencia no sea buena, por lo que la ubicación resulta un aspecto fundamental.

En ese aspecto, la posición de la Comunitat también es bastante buena debido a la conexión directa con cables submarinos encargados de conectar puntos nacionales e internacionales. Es decir, en la Comunitat comienzan algunas de las «autopistas» por las que circulan los datos a toda velocidad. En concreto, la costa valenciana amarra cinco cables submarinos, pero solo uno de ellos es de categoría internacional. «El ejemplo más claro es el de los aeropuertos. Madrid acoge a la mayoría de viajeros internacionales que llegan a España, pero luego existen otros aeropuertos muy importantes. Con la conexión sucede lo mismo», explica Layna, quien pone el foco en la importancia de evitar las luchas entre autonomías: «El resto de regiones crecerán si Madrid crece. Las comunidades autónomas no son rivales, sino regiones».

No obstante, aspectos como la oferta energética puede marcar las diferencias entre un territorio u otro. En el caso de Aragón, la firme apuesta por las renovables ha cautivado la atención de las multinacionales más poderosas. El compromiso con el medio ambiente y la reducción de emisiones por parte de los centros de datos los convierte en «un buen vecino», según el socio fundador de la patronal, que considera que la Comunitat no solo cumple con todas las anteriores características, sino que también dispone de otro de los elementos fundamentales para la implantación de almacenes de datos: extensiones de suelo de grandes dimensiones, baja productividad y una buena conexión de red.

Por tanto, según los expertos la región se encuentra ante «una oportunidad de oro» para entrar de lleno en un mercado en el que otras autonomías todavía van muy por delante.

La formación es uno de los aspectos que pueden dar ventaja a la Comunitat Valenciana por encima de otras regiones. Los centros de datos requieren un perfil de trabajador con altas cualificaciones, por lo que centros de formación como la Universitat Politècnica de València juegan un papel importante. Josep Doménech, catedrático en Economía Aplicada en la UPV, considera que los ingenieros e informáticos que se forman en la universidad valenciana tienen su futuro ligado a estas nuevas instalaciones de almacenamiento de datos.

«Es positivo por el tipo de empleo que se crea, que es un empleo de calidad. Es fundamental que vayamos hacia actividades de alto valor añadido, porque suben los salarios y generan actividad económica», asegura Doménech.

La influencia en el mercado laboral no sólo es cualitativa, sino también cuantitativa, ya que el 95% de empresas asociadas a Spain DC generan cerca de medio millón de empleos al año. En concreto, durante el último curso se generaron un total de 495.000 puestos de trabajo, entre empleos directos, indirectos e inducidos relacionados con el sector de los centros de datos.

La expansión de esta industria en España ha obligado a llevar a cabo un cambio en las previsiones, ya que hace un par de años el pronóstico de la patronal era el de crear 2.000 empleos directos hasta 2026 y unos 10.000 en el aspecto de puestos indirectos. La realidad, según los cálculos de Spain DC, ha sido mejor de lo que se esperaba, sobre todo, en estos dos últimos años