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Jueves, 27 de febrero 2025, 01:34
Las lluvias torrenciales ocurridas a causa de la dana del pasado mes de octubre dejó a su paso por la provincia de Valencia y en toda la zona de Levante importantes daños. Muchas viviendas han experimentado grietas, hundimientos, asentamientos del terreno y problemas estructurales debido a la erosión causada no solo por las lluvias torrenciales y la riada, sino por el estancamiento del agua y el lodo.
Si has notado grietas en las paredes, desniveles en los suelos o problemas en los cerramientos de puertas y ventanas, tu vivienda podría haber sufrido un movimiento del terreno. No se trata solo de un problema estético, sino de un riesgo estructural que puede agravarse con el tiempo.
Las lluvias intensas y prolongadas provocan un lavado del suelo, eliminando parte de la compactación natural del terreno y reduciendo su capacidad de soporte. Además, los suelos arcillosos característicos de muchas zonas del Levante tienen un comportamiento retráctil-hinchable, lo que significa que absorben agua en periodos de lluvia, aumentando su volumen. Además, estos terrenos se encogen en épocas secas, perdiendo estabilidad. Esta alternancia de humedad y sequedad genera movimientos que afectan a las cimentaciones y estructuras de las viviendas.
Algunos de los signos más comunes de que el terreno bajo tu vivienda se ha visto afectado incluyen grietas diagonales en paredes, especialmente en esquinas de puertas y ventanas. También se puede detectar desniveles en el suelo o problemas para cerrar puertas y ventanas. Incluso, separación de muros o fisuras en fachadas. Así como ondulaciones en el papel pintado o desprendimiento de revestimientos pueden ser señales del problema. Por ello, si has detectado alguno de estos síntomas, es fundamental actuar cuanto antes para evitar que el problema se agrave.
Existen varias técnicas para solucionar estos problemas. Una de las más eficaces y menos invasivas es la consolidación del terreno mediante inyecciones de resinas expansivas que realizan pequeñas perforaciones en el suelo, sin necesidad de excavaciones. Se inyecta una resina de poliuretano que expande y refuerza el terreno, estabilizando la cimentación. No requiere desalojos ni interrupciones en la vivienda; es rápido, limpio y sin obras. Este sistema ha sido utilizado con éxito en centenares de viviendas afectadas por la dana, evitando soluciones más costosas como la reconstrucción o el recalce con micropilotes.
«Si la vivienda ha sufrido daños, en Geosec (www.geosec.es) ofrecemos una inspección técnica gratuita llamando al 900800745 para evaluar el estado del terreno y recomendar la mejor solución», señalan desde Geosec.
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