Las ayudas al alquiler, nuevo escollo para afectados por ERTE

Sorpresa en las ayudas al alquiler de la vivienda habitual impulsadas por la Vicepresidencia Segunda y Conselleria de Vivienda y que tienen como objetivo ayudar al pago parcial o total del inmueble a aquellas personas que tengan problemas debido a estar afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) a consecuencia de la pandemia de Covid.

Porque uno de los requisitos para los demandantes es estar empadronados en la vivienda alquilada, un trámite que pocos inquilinos hacen efectivo debido a la temporalidad de este tipo de contratos, lo que reduciría el número de beneficiarios de la medida. En este sentido, la cuantía de la ayuda podrá alcanzar hasta el cien por cien de la renta que conste en el contrato de arrendamiento, hasta un importe máximo de 650 euros al mes y por un periodo máximo de seis meses.

Además, el empadronamiento tiene que haberse efectuado en los seis meses previos a la solicitud de la ayuda, según figura en las bases del Decreto 52/2020, de 24 de abril, del Consell, que ha destinado 7,5 millones.

Es la situación que se ha encontrado Daniel V., de Valencia, que vive con su mujer en un piso alquilado y ambos se encuentran incluidos en un ERTE. «Sin ese certificado no puedo optar a la ayuda», relata. «Incluso si nos empadronamos ahora en este piso, ¿y si la anterior familia que vivía en este piso sigue empadronada? Es una trampa constante», lamenta.

Fuentes del departamento que dirige Rubén Martínez Dalmau confirmaron el requisito del certificado de empadronamiento, tanto de quien solicita la ayuda como de la unidad de convivencia, es decir, las personas que residan allí. Las mismas fuentes recordaron que se exige por ley.

«Es imprescindible desde este año para este tipo de ayudas, por ejemplo en las de la Comunitat o en las del Ayuntamiento de Valencia», explica Isabel Turrillo, gerente de la asesoría Turrillo Global Services. «Cada vez es más difícil que la gente acceda a este tipo de ayudas», reconoce.

Un aspecto que también destacaron desde el Colegio de Gestores Administrativos, donde apuntaron que lo habitual es justificar la residencia con el contrato de alquiler o con los recibos de suministros. El certificado de empadronamiento en el piso alquilado es «más restrictivo».

«Lo habitual es que no se esté empadronado en el piso alquilado», explica Francisco Estellés, socio del despacho Celink Legal y Tributario, que detalla que la opción que tiene el demandante es optar por la declaración responsable que contempla el decreto para así no dejar de intentarlo y ver qué solución da la Administración.