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Pisos.com
Viernes, 12 de enero 2024, 08:39
El enfriamiento del mercado de la vivienda en Valencia es una realidad. Sin embargo, no todas las previsiones que se anticipaban para la recta final de pasado año se han cumplido y los expertos se muestran, en cierto modo, optimistas con respecto a la compra de vivienda en 2024. Aunque las correcciones podrían llegar al capítulo de los precios, el análisis de la situación descarta grandes ajustes y las perspectivas en materia de hipotecas y compraventas se han suavizado.
Para Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, «tenemos que huir de mensajes alarmistas y asumir que las condiciones de compra en el pasado eran más atractivas, por lo que el ajuste de 2023 hay que entenderlo como una vuelta a la normalidad, no como un desplome». El experto cree que, en materia de precios, «la tendencia de la demanda hacia la concentración urbana mantendrá el pulso en las principales capitales».
Los datos avalan la opinión de Font y es que, según el informe anual de precios de venta de pisos.com, los inmuebles de segunda mano se han revalorizado en la capital valenciana (2.557 €/m2) un 19,69% en el último año, el incremento más abultado de las tres principales ciudades de la Comunidad Valenciana. Por provincias, la situación es similar. La tasa de crecimiento interanual alcanzó en diciembre el 16,52% en el mercado inmobiliario valenciano, situando el precio de la vivienda usada en los 1.682 €/m2 de media. Solo la provincia de Santa Cruz de Tenerife (2.109 €/m2) experimentó una revalorización más elevada, con un incremento del 16,55%. Alicante (1.878 €/m2), por su parte, anotó un incremento interanual del 11,43% mientras que, en el caso de Castellón (1.143 €/m2) el crecimiento, con respecto al mismo mes de 2022, alcanzó el 7,77%.
Desde el portal inmobiliario creen que, en 2024, la curva ascendente será menos pronunciada. «Las bajadas significativas no van a llegar, y más con el recorrido al alza de los tipos estancado», señala Font. En clave nacional, el experto apunta a la disponibilidad limitada como uno de los elementos de contención a la bajada de precios, añadiendo que «el ajuste no llega a materializarse no solo en los pisos en venta, sino también en los de alquiler, que acusan la misma carencia». De hecho, en el último año, los precios de los alquileres en la capital de Valencia se han revalorizado un 26,06%.
«Los planes de compra se paralizan ante unas condiciones hipotecarias poco atractivas y unos precios que marcan una cuota mensual a la que es difícil responder sin cierto riesgo», explica Font. Precisamente, respecto al ámbito hipotecario, el experto apunta que «decir que el Euríbor ha tocado techo resulta aventurado dada su volatilidad», invitando a la banca seguir apostando por ofertas híbridas «para convencer a los clientes que perdieron el tren de las fijas y que huyen de los sustos de las variables».
Los análisis del mercado de la vivienda en Valencia van más allá del estudio de los precios. La situación de las compraventas y de las propias hipotecas dan algunas pistas a la hora de emitir las previsiones para 2024. En este sentido, Valencia y Alicante han resistido el enfriamiento en el número de operaciones y, según los datos del último trimestre correspondientes a la estadística registral inmobiliaria, el número de compraventas no solo no ha caído, sino que ha aumentado un 4,3% y un 0,7% respectivamente. Eso sí, la variación trimestral en ambas provincias sí que revela retrocesos de entre un -5% y un -10% en ambos territorios. En clave nacional los registradores apuntan a una tendencia «claramente descendente» y vaticinan «nuevos ajustes a lo largo de los próximos trimestres» que, por otro lado, podrían llevar a las provincias valencianas a un escenario de reducción de actividad.
«Tenemos por delante un año complicado, ya que el crecimiento económico no será tan robusto, al tiempo que el coste de la vida seguirá dando dolores de cabeza a las familias», explica Font, que insiste en no tomar el ajuste en el número de operaciones como un descalabro, sino como una vuelta a la normalidad.
No obstante, es en el mercado hipotecario donde se registran los mayores ajustes. Solo en el tercer trimestre del año, el número de hipotecas registradas cayó un -33,88% interanual en Valencia, un porcentaje que superó el -20% en Castellón y alcanzó el -23,45% en Alicante. «Una financiación más cara ejerce de claro elemento disuasorio, pero el BCE está empeñado en frenar la demanda para que Europa vuelva a cumplir su objetivo de inflación, asumiendo el riesgo de que la economía se resienta», concluye Font.
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