Los precios de las viviendas valencianas siguen sin dar un respiro pese a caer las compras

El mercado de la vivienda está tan tensionado en la Comunitat Valenciana que ni la caída en las operaciones inmobiliarias logra reducir el precio de los pisos. El encarecimiento de las hipotecas ha recortado de forma significativa la demanda, pero aún no es suficiente para que se produzca un claro cambio de tendencia.

Así lo confirma el último informe del Colegio de Registradores, que constata que en julio se produjeron un total de 7.474 operaciones frente a las 8.022 del año anterior, lo que representa una caída del 6,8%. Un dato que evidencia una disminución por tercer mes consecutivo en la autonomía, aunque también que se está lejos del retroceso nacional (11,4%), lo que influye en esta particular situación.

En las inmobiliarias valencianas confirman que no se ha visto un traslado de esta caída de las compraventas al precio. Tal y como asegura Nora García, presidenta de la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval), este tipo de cambios de tendencia tardan en trasladarse varios meses y augura que, en este caso en particular, será muy discreto.

García explica que los precios «tampoco pueden bajar mucho porque no hay stock» y menos en zonas tensionadas como puede ser la ciudad de Valencia. «Además, los números que manejábamos en 2021 y 2022 no eran realistas y ahora lo que vamos a hacer es volver a una situación de normalidad», remarca. De hecho, estas bajadas podrán desterrar prácticas que comenzaban a ser habituales y que son tan llamativas como las 'carreras' entre compradores que llevaban a decidirse por un piso en cuestión de pocos días.

Estudios que utilizan sus propios datos como el de Pisos.com avanzan que en julio los precios aumentaron un 1,15% mensual. En términos interanuales el registro alcanza el 11,8%. Hasta los avances más actualizados confirman que en agosto siguieron al alza en algo más de un punto. Es decir, que se reduce el incremento pero no dejan de encarecerse, al menos por el momento.

Desde Asicval consideran que la caída de compraventa de viviendas, que parece claro que se mantendrá durante los próximos meses, llevará a que este índice siga retrocediendo poco a poco hasta que se llegue a un estancamiento o un leve retroceso.

Lo que sí cae en picado son las nuevas hipotecas del sector inmobiliario. El alza de tipos de interés ha provocado un verdadero frenazo y en julio se registraron sólo 2.987 nuevas frente a las 3.812 del mismo mes del año anterior. Es decir, un 21,6% menos. Esta situación ha dejado vía libre a las compras a tocateja, que se han incrementado respecto al total.

Y uno de los grandes colectivos protagonistas de esta práctica es el de los extranjeros, que siguen muy activos. En este sentido, otro factor que explica la menor caída respecto a España es el aumento de la demanda de vivienda vacacional por parte de los mismos, que es especialmente intensa en la Comunitat.

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