Valencia compite con Madrid y Barcelona en el mercado de las viviendas de lujo

El sector inmobiliario, en concreto el residencial, aguante el impacto de la actual crisis económica derivada de la pandemia de Covid. «Nos afecta a todos, cierto, pero no estamos en niveles negativos, como turismo u hostelería, y nos encontramos en mejor posición que en la crisis anterior, la de 2008. Ahora se ve como un valor seguro», reflexiona el CEO aProperties – una inmobiliaria centrada en el segmento medio-alto 'standing'–, Armando Lasauca.

Una situación que ha llevado a Valencia a competir con ciudades como Madrid y Barcelona en el mercado de las viviendas de lujo debido a los precios más competitivos que ofrece la capital del Turia respecto a un inmueble de características similares. En 2019, por ejemplo, el valor medio de las operaciones de compra gestionadas se situó en 689.000 euros y el alquiler en 2.100 euros al mes.

Según Lasauca, se da tanto para venta como alquiler y genera la atracción de pequeños inversores y empresas con directivos desplazados que han dirigido su mirada hacia Valencia. El centro, el Ensanche y las inmediaciones del viejo cauce del río son las zonas con mayor demanda, sobre todo de extranjeros. "Su interés es muy elevado por las características de Valencia, como el clima, y su buena conectividad", añade el CEO de esta inmobilaria, que ya ha movido en lo que va de año 40 millones en volumen de transacciones en la Comunitat, con más de 50 operaciones de venta y más de 400 en alquiler.

Respecto a la demanda interna, el responsable de aProperties explica que se ha incrementado, especialmente hacia zonas de la periferia, como urbanizaciones, y hacia municipios próximos a Valencia pero situados en comarcas como l'Horta Nord y el Camp de Túria, con preferencia por viviendas con jardín o terraza, además de chalets o unifamiliares.

"El comprador es ahora más agresiva en precio, se permite hacer ofertas, y el vendedor es más flexible a la hora de aceptarlas", apunta sobre la situación actual del mercado. La compañía dispone de una cartera de 3.500 propiedades en Valencia, Madrid y Barcelona. En 2019 gestionó más de 2.600 operaciones y alcanzó un volumen de intermediación inmobiliaria de 227 millones, un 26% más que en 2018.

Las previsiones para este ejercicio, marcado por dos meses de confinamiento ("lo que implicó la suspensión de las visitas y la paralización de las operaciones"), es cerrar con un 2-3% más que el año pasado al haberse revisado las cifras, que preveían facturar un 30% más que en 2019.

Respecto a 2021, Lasauca cree que mientras los tipos de interés sigan bajos "el sector seguirá muy activo" al tiempo que recuerda que el mercado inmobiliario ya mostraba una tendencia hacia un crecimiento sostenido. Sobre la empresa, traslada los números de 2020 al próximo año (incremento de facturación un 30%, en el caso de Valencia hasta un 50%) y está prevista estudiar la entrada en otra gran ciudad española.