DAVID SEVILLA
Jueves, 22 de mayo 2014, 01:51
Guadalupe Herrerías, cuyo desahucio fue paralizado hace un mes gracias a la intervención de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), protagoniza desde ayer una acampada simbólica, de 8 a 15 horas, a modo de protesta en la Plaça de Baix. Una acción que terminará mañana y mediante la que, junto con la colaboración de miembros y simpatizantes de la PAH y Stop Desahucios, pretende «recordar al Ayuntamiento que ha solicitado en cuatro ocasiones una vivienda social, tanto al consistorio como a la Generalitat, sin obtener ningún resultado», explicó Herrerías.
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La afectada pudo aplazar el desahucio hace un mes debido a la petición de moratoria hasta mayo de 2015 que realizó previamente en los juzgados. Una demora que finalmente ha sido rechazada al no reunir las condiciones que exige el Real Decreto 27/2012 para paralizar desahucios y que sitúa a Herrerías a la espera de la comunicación de una nueva fecha por parte de las autoridades judiciales.
«Si finalmente logran sacarme de mi casa, no me quedará otra que vivir en la calle con mis dos hijos y con esta tienda de campaña», aseguró Herrerías, quien, además de no tener trabajo desde hace ya más de cuatro años, se encuentra separada y sostiene a sus dos hijos, uno de ellos discapacitado, gracias a la ayuda desinteresada de familiares, miembros de la PAH y de su exmarido, que también está desempleado en la actualidad.
Recogida de firmas
Herrerías está acompañada en todo momento por miembros de la PAH y Stop Desahucios que, además de informar a la gente de la causa de su compañera, se dedican a recoger firmas entre los ciudadanos en apoyo a mociones que próximamente presentarán en el consistorio. Iniciativas mediante las que pretenden conseguir un mayor apoyo municipal a las familias que se encuentran en una situación similar a la de esta mujer.
Herrerías reconoció con amargura que «la peor parte del inminente desahucio la pagan siempre los más pequeños. Mis hijos son completamente conscientes de la situación y a diario ven en la televisión familias que sufren desahucios y eso les crea ansiedad». Una situación «inhumana» para la afectada que aseguró sentirse «defraudada con la justicia», ya que explicó que «ha sido un juez el que no me ha querido ayudar y el que hace odios sordos ante una situación que terminará llevando a otra familia a la calle».
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No obstante, Herrerías aseguró sentirse «afortunada» por contar con el apoyo incondicional de sus compañeros de la PAH, quienes, además de acudir a intentar paralizar desahucios mediante una resistencia pasiva, asesoran a personas como Herrerías para intentar evitar el fatídico desenlace por la vía judicial. Una opción que, en este caso, no parece haber funcionado.
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