Cáritas duplica el gasto de ayudas en alimentación al atender a 7.100 familias

La pobreza tiene rostro masculino. El coordinador de Cáritas Interparroquial de Elche, Javier Ruvira, dio a conocer ayer el cambio en el perfil de las personas sin hogar que acuden al centro de acogida de la institución. «Aumentan los españoles, que ya suponen el 50% respecto a los extranjeros», desciende la edad media, cada vez son más jóvenes, la mayoría son hombres y crecen los casos de afectados por problemas de salud mental, explicó.

El representante de la entidad alertó sobre que cada vez son más los chavales procedentes de centros tutelados por la Generalitat, que no tienen familia, han cumplido la mayoría de edad y están estudiando, quienes piden ayuda. Una situación que Cáritas trasladó anteayer a la secretaria autonómica de Servicios Sociales, Lucía Zerón, durante su visita al centro, para que aborden la problemática desde la administración.

Asimismo preocupan a la institución los casos relacionados con enfermedades mentales. «Llevamos varios años así, no hay recursos para ellos y para quienes no tienen familia detrás, supone ir directo a la calle», puntualizó el coordinador.

En el marco del programa para personas sin hogar, Cáritas Interparroquial atendió el pasado año en su centro de acogida a 1.044 ciudadanos, un 16,5% menos de la cifra registrada en los doce meses anteriores. El descenso, aclaró, se debe principalmente a que la crisis del mercado de trabajo ha frenado la llegada de usuarios en busca de empleo en la comarca, pero también a una nueva filosofía de la institución que busca dar un apoyo más prolongado a quienes llegan pidiendo ayuda, para lograr un mayor arraigo social y éxito en la inserción de los mismos. Esta circunstancia conlleva, en ocasiones, que se rechace, de forma provisional, el acceso al centro de acogida de algunos casos.

De la actividad llevada a cabo por la entidad el pasado año, destaca el programa de empleo, que consiguió trabajo a 22 alumnos de estos cursos, sobre todo en labores relacionadas con el hogar y cuidado de personas mayores. Además, se realizaron seis talleres formativos de cuidados geriátricos, cocina y búsqueda de empleo por internet, con 62 inscritos.

El coordinador también hizo un balance de la labor llevada a cabo desde las parroquias y mencionó que han aumentado las cifras de gasto en comida y otras necesidades básicas como medicamentos, además de en ropa, enseres y ayudas económicas. Según los datos que maneja la institución el pasado año se destinaron 277.883 euros en la compra de alimentos para más de 7.100 familias, más del doble que en 2012, cuando la cifra fue de 124.000 euros.

Por su parte, el gasto en recetas ascendió a cerca de 7.000 euros. Ruvira incidió en que muchos pacientes están abandonando sus tratamientos, incluso los crónicos, como la diálisis, para dedicar el dinero de los mismos a otras necesidades perentorias de la familia, unos hechos que, según dijo, tienen constatados por conversaciones con otras entidades.

Recordó que Cáritas ofrece ayudas directas a los usuarios para transporte, comedor, muebles, sanitarias, para el pago de la contribución, becas y alquiler , principalmente. Señaló que no sólo la falta de formación aumenta los niveles de pobreza, también ha surgido un nuevo perfil de familias sin recursos en las que uno de sus integrantes está trabajando, pero no llegan a final de mes, porque sus sueldos son muy bajos.

Para conseguir que la actividad de Cáritas salga adelante es fundamental la labor del voluntariado, del que forman parte más de 200 personas. La institución ofrecerá una formación integral al colectivo.