DAVID SEVILLA
Domingo, 10 de agosto 2014, 00:31
Un viaje a una ciudad en su mayor esplendor medieval es la propuesta que la comparsa Caballeros Halcones pondrá en marcha para acompañar a su capitán, Francisco Botella. Un administrativo que se define como una persona familiar y que, pese a llevar desde 2009 nueve en Moros y Cristianos, afirma que son muchos los momentos especiales que ha vivido desde entonces.
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-¿Cómo calificaría todo lo que ha vivido hasta ahora?
-No he vivido nada así nunca. Todo es muy nuevo para mí. En el momento en el que supe que iba a ser Capitán Cristiano tenía más sombras que luces. Piensas en la gente que hay detrás de todo esto y te dices a ti mismo que hay que vivir el momento. Acepté y ahora estoy aquí. Pedí tres días de margen y, tras sopesarlo, no dudé.
-Usted es un festero relativamente nuevo, ¿cómo afronta un cargo de tal magnitud?
-Yo entré en 2009 en Moros y Cristianos, en la Capitanía de Don Evelio, para desfilar en la filà del Capitán. A partir de ahí, me gustó y la convivencia fue buena. Decidí hacerme socio y ahora aquí estoy. Soy un festero muy activo e involucrado. He participado en las embajadas y en el Alardo prácticamente desde que comencé. Además, mis hijas también comenzaron a participar y ahora mi mujer se estrena a lo grande porque me acompañará como Capitán.
-¿Con qué momento de los vividos hasta ahora se quedaría?
-Son muchos. Hay momentos muy especiales y emotivos en Moros y Cristianos. He vivido días muy bonitos en las fiestas. Recuerdo muy bien el primer desfile en el que participé cuando llegué a la Plaça de Baix. Se me pusieron los pelos de punta. Fue algo fascinante que a uno nunca se le olvida.
-¿Qué va a encontrar la gente en la Entrada Cristiana?
-Imaginemos un boato que representa una ciudad medieval. Una época en la que los trabajos y la actuación del pueblo eran muy importantes.
-¿Cómo es ese trabajo de preparación de un boato?
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-La gente no es realmente consciente de todo lo que hay detrás. Nos encontramos en estos momentos con unos recursos económicos muy limitados y tienes que tirar mano de amigos, conocidos e involucrar a mucha gente. Siempre quedan pequeñas cosas que limar y el trabajo es intenso.
-Desde un punto de vista personal, ¿cómo explicaría a la gente qué es Moros y Cristianos?
-Es la fiesta de la convivencia. Vivimos 360 días al año trabajando y estresados. Llega un momento en el que necesitamos compartir, salir a la calle y vivir cerca de los amigos. Eso es Moros y Cristianos: un tiempo para disfrutar. Hay tiempo para todo y a mi me gusta disfrutar de esto. Tu pueblo te necesita y tienes que mostrarte ilicitano
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-¿Ser Capitán le ha servido para conocer mejor la fiesta?
-En estos últimos cinco meses he hecho muchas amistades. Conocía bien a los compañeros de mis comparsas y a otros festeros no los conocía tanto. Yo no me muevo mucho por la noche y es por eso que a muchos no los conocía. Soy una persona familiar: tengo hijas pequeñas y no puedo estar muchas horas por la calle. Ese momento distendido no lo había vivido tanto y gracias a las numerosas cenas, he podido conocer a mucha gente.
-¿Qué hay de todo el trabajo de los que le rodean?
-Excelente. ¿Qué puedes pensar de los compañeros? Lo que están haciendo no tiene precio y nunca me cansaré de agradecérselo.
-¿Qué expectativas tiene?
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-Con pasarlo bien y que no haya ningún tipo de accidente, estaré contento. No quiero que se recuerde 2014 como un año problemático. Con todo eso estaré feliz y contento porque quiere decir que todo habrá salido muy bien. Ver a la gente feliz es algo que reconforta.
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