La oposición desactiva sus mociones en el Pleno al perder la mayoría tras irse un edil

La oposición perdió ayer la mayoría en el Pleno tras la marcha del concejal socialista Emilio Martínez, debido a motivos familiares -enfermedad grave de su padre-, a mitad del desarrollo. Un hecho que condicionó una sesión que se preveía importante durante el turno en el que los grupos políticos proponen sus mociones y que, después de todo, quedó vacía de contenido.

Aún así, tras la marcha de Martínez, el concejal del Partido de Elche, Jesús Pareja, propuso suspender la sesión y dejarla para otro día, ya que el Pleno había «dejado de reflejar la voluntad popular» por la pérdida de un edil. Iniciativa que fue automáticamente rechazada por la presidenta del Pleno, Mercedes Alonso, en una intervención en la que, tras aparentemente desconocer la causa de la marcha del edil socialista, preguntó a micrófono abierto si el padre de dicho concejal había fallecido o se encontraba sedado y aseguró que en otras ocasiones se han ausentado miembros de la corporación por paternidad y la sesión no había sido suspendida.

La sesión continuó y, por primera vez tras la marcha de Cristina Martínez al grupo de no adscritos, la alcadesa tuvo que hacer uso de su voto de calidad para desbloquear el empate en una votación cuando, tras la abstención de Pareja, intercedió para aprobar la Cuenta General del año 2013.

Se trata de un punto en el que el concejal de Hacienda, Manuel Latour, sacó gráficos para explicar conceptos como el ahorro neto o el estado y la evolución de la deuda financiera del Ayuntamiento. Una cuestión que fue duramente criticada por la edil socialista María Dolores Asencio -que acudió a la sesión pese a estar de baja laboral por una torcedura de muñeca-, quien anunció que su grupo volvería a denunciar al consistorio ante el Síndic de Comptes, por no incluir la deuda con la empresa de limpieza Urbaser, cercana a los 7 millones de euros. Asencio volvió a acusar a Latour de falsificar las cuentas del Ayuntamiento y de no hacer caso a las recomendaciones del organismo autonómico que, tras la reclamación del grupo socialista, recomendó que esa cuantía se estipulase en la Cuenta General.

Unas acusaciones por las que Latour, tras asegurar que Asencio estaba equivocada, pidió que se disculpase públicamente o que dimitiera como concejal. Por su parte, Asencio, que mantuvo su postura, le replicó que acudiera a los tribunales para demostrar que su acusación era falsa.

Por otro lado, la sesión estuvo marcada por el rechazo unánime de la oposición a la propuesta de la Alcaldía de modificación de la composición de las comisiones plenarias. La intención del equipo de gobierno era que estuviesen formadas por un miembro de cada partido y que el voto fuese ponderado. De esta forma, la opinión de cada representante tendría un valor equivalente al número de concejales que su grupo tiene en el Pleno.

No obstante, la oposición al completo presentó una enmienda en la que proponían que además del voto ponderado y de incluir a la concejal no adscrita en todas las comisiones, hubiese más representantes al entender que habría más debate en las comisiones. Una propuesta que finalmente no fue aceptada por Alonso y que propició el voto negativo de la bancada opositora a su propuesta. Así, las comisiones seguirán como hasta ahora, ya que será en el próximo Pleno ordinario cuando voten de nuevo la recomposición.

Antes de tiempo

La sesión concluyó sin que los grupos municipales pudiesen formular ruegos y preguntas en el punto estipulado para ello, ya que la alcadesa dio por finalizado el Pleno tras intervenir para referirse al portavoz socialista, Antonio Rodes, de «auténtico trilero político» al interpretar que el edil de la oposición «quiere aprovecharse de la situación», en referencia a la pérdida de la mayoría en el Pleno del grupo popular.

Unas acusaciones vertidas tras anunciar el portavoz socialista que su grupo «acudirá a la vía legal» para «defender la democracia municipal» en lo que, del mismo modo, calificó de «golpe de estado municipal». Así, con el correspondiente gesto de incredulidad de la bancada opositora, terminó una sesión que volvió a reflejar la tensión vivida durante los dos últimos meses en el Pleno.