Mata a su expareja y a la hermana de ésta y se suicida en un chalé de El Altet

La pedanía ilicitana de El Altet fue ayer el escenario del primer crimen por violencia de género del año en la provincia y en toda España. Luis C. C., de 68 años de edad, fue el supuesto autor de un doble homicidio tras golpear con una barra de hierro a su exmujer y a la hermana de ésta, Teresa y Natividad F. S., de 70 y 64 años, respectivamente. Después se quitó la vida ahorcándose. Los tres estaban empadronados en Santa Pola.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Serafín Castellano, ha asegurado este lunes que el presunto asesino de la pedanía ilicitana dejó una nota autoinculpatoria en la que confesaba los hechos antes de suicidarse.

El doble crimen tuvo lugar en el domicilio de la expareja, un chalé situado en la calle Jazmín de la urbanización Los Limoneros perteneciente a la pedanía de El Altet. Fue el novio de la hija de Natividad, excuñada del supuesto autor, quien, después de que ambas hermanas no contestasen al teléfono y a las llamadas al interfono de la vivienda, decidió saltar la valla del recinto para comprobar si se encontraban en el interior del domicilio, sobre las 14.00 horas. Al encontrar sangre en la puerta, abandonó la vivienda alarmado y llamó a los servicios de emergencia.

Dos ambulancias de DYA se desplazaron al domicilio y poco pudieron hacer por las víctimas. Asimismo, hasta el lugar llegaron rápidamente agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía, cuerpo que se encargó de coordinar las diligencias de investigación para esclarecer lo acontecido. No obstante, las primeras evidencias parecían indicar una hipótesis muy clara de violencia machista, según indicaron fuentes conocedoras del caso.

Efectivos de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Elche y de la Policía Judicial se personaron en la macabra escena. Mientras, los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev), expertos en la investigación de crímenes, y de la Policía Científica rastrearon la zona desde el primer momento a fin de dar con el mayor número de evidencias sobre el doble crimen y el posterior suicidio.

La comisión judicial procedió al levantamiento de los cuerpos, a la vez que el juzgado de guardia iniciaba la investigación oportuna sobre los terribles acontecimientos que han conmocionado a una comunidad de vecinos que no daba crédito a lo ocurrido.

El lugar de los hechos, situado en una zona residencial ubicada entre los núcleos urbanos de las pedanías de Balsares y El Altet, está en un enclave tranquilo en el que los vecinos no tienen excesivo contacto entre ellos, salvo por la proximidad de algunas parcelas. «No conocíamos personalmente a las víctimas, aunque aquí todos nos hemos visto alguna vez», explicó una vecina que se acercó al cordón policial.

Además, se trata de una zona en la que muchos de los chalés existentes son residencias de fin de semana. Motivo por el cual ningún vecino dio la voz de alarma por lo ocurrido, ya que los gritos de las víctimas debieron pasar desapercibidos.

«Van a morir pronto»

El exmarido de Natividad F.S., que acudió al lugar de los hechos tras ser alertado por su hija, aseguró que el presunto autor achacaba todos sus males a su exmujer y llegó a afirmar en una ocasión sobre las hermanas que «yo no voy a disfrutar nada, pero ellas van a morir pronto», refiriéndose a los problemas económicos que, al parecer, Luis C. atravesaba tras la separación de bienes derivada del divorcio. Unas amenazas que finalmente cumplió.

Asimismo, afirmó el excuñado, algunas personas del entorno conocían las intenciones que el presunto autor tenía de suicidarse y temían, como finalmente ha sido, que no terminara únicamente con su vida. No obstante, explicó, «no me creía que fuese a cumplir sus amenazas», y todavía se mostraba «incrédulo» por lo que acababa de ocurrir unas horas antes.

Los problemas económicos, según apuntó el excuñado, pueden ser el origen del recelo que mantenía el presunto asesino contra su exmujer y la hermana de la misma. Así, aseguró, «en alguna ocasión me había pedido dinero y se lo terminaba dando. Es posible que fuese a pedir algo a su exmujer y no se lo quisiera dar». Negativa que puede estar detrás del origen de una discusión con final fatal para ambas hermanas.

El presunto autor, electricista de profesión, se encontraba jubilado después de haber desarrollado su vida laboral en la provincia y, durante un tiempo, en Barcelona. Lugar en el que, fruto de una relación anterior, tuvo dos hijos y del que volvió para reanudar la relación con su exesposa, aunque permanecían separados de nuevo desde hacía varios años.