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El concejal de Hacienda, Manuel Latour, en su despacho junto a varias gráficas sobre datos financieros del Ayuntamiento.
Entrevista

«No quisiera ser recordado como un edil díscolo»

Concejal de Hacienda

DAVID SEVILLA

Domingo, 26 de abril 2015, 02:25

Después de ocho años participando en la política municipal como edil de la corporación, los cuatro últimos al frente del área de Hacienda, Manuel Latour, funcionario municipal de 59 años, confiesa que siempre le ha gustado «la independencia». Una cuestión que perdió en 2011 cuando, después de haber sido cuatro años portavoz adjunto de la oposición con el grupo popular, decidió afiliarse al PP. Ahora, aunque todavía no lo ha planteado, explica que dejará de militar en el partido, pero asegura que siempre estará «agradecido» por la responsabilidad que le dio Mercedes Alonso.

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-No repetirá como concejal en la próxima legislatura. ¿A qué se debe?

-Yo creo que todas las personas tenemos un gusanillo de intentar aportar un granito de arena para ayudar e incluso mejorar lo que están haciendo otros. Yo he estado nueve años en cuestiones sindicales defendiendo a mis compañeros del Ayuntamiento, cinco de ellos como presidente de la Junta de Personal y guardo un gratísimo recuerdo. El trabajo de los sindicatos es algo que no está debidamente valorado. Después accedí a ir en las listas del PP como independiente y estuve cuatro años al frente en calidad de portavoz adjunto. Ahora, tras estos cuatro años en el gobierno, se ha cumplido el plazo que me marqué. Es una decisión que tenía tomada desde hacía algún tiempo.

-Ahora es afiliado del partido, ¿por qué tomó esa decisión?

-Eso fue una petición por parte de Mercedes Alonso. Había nuevos independientes en la lista para las municipales de 2011 y me planteó esa posibilidad. No tuve ningún inconveniente y por ello accedí a darme de alta en el partido, aunque nunca he formado parte de los órganos internos o del grupo reducido de cargos del partido.

-¿Seguirá perteneciendo al PP a partir de ahora?

-Soy una persona a la que le gusta mucho la independencia. Llegué a ser presidente de la Junta de Personal sin haber pertenecido a ningún sindicato. Me ha cogido la pregunta un poco fuera de juego, ya que no me lo había planteado. Una vez termine el tema político lo normal es que vuelva a esa independencia como persona.

-¿Volvería de nuevo a la política?

-No lo sé. Lo que tengo que decir es que igual que tengo un grato recuerdo del tema sindical, de estos ocho años he vivido momentos de tensión en los debates. Yo soy una persona que creo que me llevo bien con cualquier grupo político de la oposición.

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-En el último Pleno la edil socialista María Dolores Asencio denunció su actitud hacia ella durante los debates. ¿Se arrepiente del tono y las palabras utilizadas en alguna que otra ocasión?

-Es verdad que en algunos plenos ha habido cierta crispación que a uno le hubiese gustado evitar. Es cierto que por cuestiones de estrés o ansiedad uno ha dicho cosas que no le hubiese gustado. Aprovecho para pedir disculpas si en algún momento he podido ofender con mis palabras a algunas personas, aunque también he aguantado muchas cosas.

-Durante el último año, tras la marcha de la edil Cristina Martínez al grupo de no adscritos, ha sido usted señalado como un edil crítico con la gestión de Mercedes Alonso. ¿Considera cierta esta afirmación?

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-Después de ocho años asistiendo a los plenos municipales, si hay alguno al que me haya dado vergüenza asistir es al de junio de 2011 cuando Cristina Martínez dejó el grupo popular. Hubo una serie de ataques entre unos y otros y yo sentí vergüenza. Fue idea mía escribir una tribuna de opinión firmada junto a dos compañeros más [Daniel McEvoy y Sebastián Polo] para dar un toque de atención a todos los grupos políticos. Consensuamos entre todos esa supuesta tribuna y la enviamos a un medio de comunicación que posteriormente la interpretó como noticia y no publicó el artículo tal cual lo enviamos. Nos calificaron de díscolos y no fue exactamente así.

-¿A qué se refiere?

-En un momento dado aproveché una rueda de prensa para decir que no quisiera ser recordado como un edil díscolo. Me gustaría ser recordado por el trabajo que he realizado estos cuatro años al frente del área de Hacienda. Sigo teniendo diferencias con algunos compañeros y eso pasa en todos los grupos políticos. Son cosas que suceden, quedan así y marqué una pequeña diferencia en ese sentido.

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-¿Cree que cuestiones como la del Mercado Central han terminado por dividir al equipo de gobierno?

-Desde luego que ha sido un tema polémico a nivel de ciudadanía. El proyecto que presenta el PP es una copia de al menos un 85% del proyecto que PSOE y Compromís llevaron en la pasada legislatura. Las formas puede que no hayan sido las más indicadas. Los partidos políticos debemos intentar consensuar estas cuestiones lo máximo posible. No es un área que dependa de mí, ya que me centro en Hacienda. No obstante, sí que es verdad que se podría haber intentado consensuar un mayor grado de lo que se ha hecho.

-Utiliza la palabra consenso. ¿Cree que será algo a tener en cuenta en la próxima corporación?

-De la próxima y de las anteriores. Con independencia de la mayoría que se tenga en un momento dado o no, la palabra consenso la debería tener tatuada a conciencia cualquier persona que se haga llamar político. Debemos aunar esfuerzos, plantear cuestiones y llegar a acuerdos.

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-¿Considera un fracaso no poder haber sacado adelante los últimos presupuestos?

-La palabra no sería fracaso. Es verdad que es algo que se me ha quedado pendiente. Es la primera vez que teníamos un presupuesto con superávit, de tres millones de euros. Las cuentas arrojan 159 millones de ingresos y 156 de gastos. Propusimos poder bajar el impuesto de vehículos y el IBI y no hubo un entendimiento con la oposición. Esos tres millones de superávit todavía quedan en el presupuesto. La gran suerte que tendrá la próxima corporación, a diferencia de la situación con la que se encontró el PP hace cuatro años, es que el siguiente equipo de gobierno tendrá un superávit de tres millones.

-Ustedes aplicaron una subida adicional del 5% en el IBI a la del 10% que impuso el Estado. ¿Es partidario de este tipo de medidas?

-Hay que recordar que en el año 2000 el PSOE cambió los valores catastrales de los inmuebles y supuso que desde 2002 hasta 2011 hubo un incremento de un 47% en el recibo del IBI. En 2011, año electoral, los valores deberían haber vuelto a los valores anteriores. No obstante, como era un año electoral, no subieron el 5% y mantuvieron el tipo impositivo. Nosotros nos limitamos a hacer lo que tendrían que haber hecho ellos el año anterior: volver al mismo tipo impositivo. Por otro lado, el 10% que impuso el Estado, una medida aplaudida por todos los municipios porque nos permitía sanear las cuentas, termina este 2015. Ahora veremos qué hará el nuevo equipo de gobierno.

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