Paleontólogos por un día de la mano del MUPE

Este mes, los pequeños de la casa tienen la oportunidad de convertirse en verdaderos investigadores del pasado a través de las actividades que ha dispuesto el Museo Paleontológico de Elche (MUPE) para las mañanas de los martes y los jueves. La iniciativa pretende despertar el interés del público infantil por esta rama de la ciencia y las propias instalaciones, situadas en la Plaça de Sant Joan. Con esta idea en mente, los trabajadores han organizado charlas y talleres donde el 'feedback' y la participación activa están muy presentes.

La jornada comienza con una visita guiada por el museo, donde las monitoras explican conceptos básicos del estudio de fósiles y minerales. El paseo finaliza en la exposición de dinosaurios, que se erige, sin duda alguna, como el área favorita de los niños. Allí aprenden las características más importantes de estos extintos reptiles, así como los nombres de algunas especies concretas y la relación que guardan con otras actuales.

La segunda parte de la aventura transcurre en la zona de manualidades, donde crean y decoran sus propios huevos de dinosaurio o simulan una excavación arqueológica para encontrar restos enterrados. Ainara Aberasturi, paleontóloga del MUPE, afirma que las actividades están cosechando un gran éxito: «Los pequeños disfrutan mucho, y algunos han venido más de una vez», explica entusiasmada. Además de esta iniciativa, el MUPE tiene otras en marcha que también están destinadas a la atracción de menores. Se celebran desde hace tiempo estancias nocturnas en el recinto, con yincanas, películas y lecciones teóricas; y los llamados 'cumpleaños explorador': fiestas tematizadas en las que se incluyen una visita, regalos de la tienda y una tarta en forma de dinosaurio. Por otro lado, las escuelas de verano de la ciudad, que abren sus puertas en julio, conciertan citas para llevar a sus alumnos al museo.

Relacionado con lo anterior, destaca la preocupación del MUPE por los niños en riesgo de excursión social. Gracias al apoyo de la Fundación Juan Perán-Pikolinos, se intenta que accedan a la cultura con tanta facilidad como otros con una economía más estable. De igual forma, procuran echar una mano a colectivos especiales como inmigrantes, discapacitados mentales e invidentes. Una de sus actuaciones más importantes en este sentido es la puesta en marcha del proyecto 'Las manos que ven', que supuso la colocación de textos en braille por todo el museo.

El objetivo que se persigue con dichas actuaciones, al igual que en el caso de las actividades infantiles, es dar a conocer la existencia y el valor del MUPE. «Lo enmarcamos en las labores de difusión, que conforman uno de nuestros pilares fundamentales junto a la investigación y la conservación de los fósiles», comenta Aberasturi. «Si hacemos hincapié en ello es porque últimamente observamos que la sociedad aun desconoce lo que hacemos aquí», añade con pesar.

Pocos conocen la realidad del MUPE, único en la provincia de Alicante y lugar de referencia para investigadores de todo el mundo. Aunque su colección visible solo contiene 1.700 piezas, cuentan con más de 60.000 almacenadas, además de varios fósiles crevillentinos con más de ocho millones de años.