PPLL
Domingo, 30 de agosto 2015, 00:56
El plan de modernización de Riegos de Levante, financiado con una inversión multimillonaria del Gobierno central y aportaciones de los propios comuneros, ha permitido a los regantes de la comunidad disponer de agua a presión y filtrada, que entra en sus fincas a través de contadores. El control se realiza de manera telemática y todo el sistema está informatizado, lo que permite detectar de manera inmediata una avería en cualquier punto de la red principal, y proceder a cerrar la zona afectada para minimizar las pérdidas de caudal.
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Pero con todos los avances que esto supone, también hay cosas que no se hicieron tan bien. «Las tuberías que en esa época utilizaba el ministerio eran de poliéster reforzado con fibra de vidrio. Un material que nos está dando muchos problemas», reconoció Ángel Urbina. El portavoz añadió que «el primer canal se empezó con ese material pero se acabó con fundición, que es mucho más resistente». En otras zonas modernizadas posteriormente también se han utilizado tuberías de este último elemento.
Urbina explicó que en un próximo encuentro con responsables del ministerio «plantearemos los problemas que estamos teniendo y su elevada frecuencia, para que tomen cartas en el asunto y busquen soluciones».
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