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Gaspar Macià
Jueves, 8 de octubre 2015, 01:41
La división existente en el seno de la Comunidad General de Riegos de Levante (margen izquierda) en los últimos dos años, volvió a evidenciarse de forma abrupta ayer tarde en la primera reunión de la junta directiva tras la elección del nuevo presidente, Javier Berenguer, el pasado día 30.
La tensión afloró cuando se propuso la destitución de José Manuel Miralles como secretario general y gerente de la comunidad general, y el nombramiento para tal cargo de Belén Castellano, secretaria hasta ahora de la comunidad de base El Canal, que preside Berenguer. Una decisión que algunos de los presidentes de comunidades no respaldaron -aunque se aprobó con mayoría por los votos de las dos principales entidades, El Canal y el Tercer Canal, que suman la mitad de los votos- , al entender que la documentación aportada era confusa e insuficiente.
Berenguer señaló a este periódico que «uno de mis compromisos electorales era crear un equipo diretivo nuevo y el cambio en la secretaría general y la gerencia va en esa línea».
Sin embargo, el punto que levantó mayor controversia fue la propuesta de readmitir a un trabajador de Riegos de Levante, hermano del presidente y antiguo jefe de distribución, y cuyo jucio por despido está pendiente de resolución judicial. En ese momento, los presidentes de seis de las ocho comunidades de base que integran la junta general se levantaron y se marcharon. Tan solo quedaron representadas El Canal y el Tercero de Levante.
Berenguer justificó esta propuesta en que «se trata de una persona que ha sido jefe de distribución de la Comunidad General y a la que despidieron de mala fe. Ya había tenido una sentencia que reconocía que se habían vulnerado sus derechos fundamentales y entendíamos que su despido se iba a declarar nulo, por lo que cuanto antes fuese readmitido, menos dinero le costará a la comunidad». El presidente dijo que «no tiene nada que ver con que sea mi hermano, sino por ser un trabajador cualificado despedido de forma injusta. Otros presidentes habían pedido su readmisión».
Berenguer dijo no entender la actitud de los presidentes que se marcharon. «Yo he asistido a todas las juntas y aunque se han votado cosas con las que no estaba de acuerdo, he seguido allí y he votado lo que tenía que votar». Añadió que hablará con los presidentes que se marcharon «para tratar de reconducir la situación y trabajar juntos por los temas que interesan a los comuneros».
Un portavoz de los seis presidentes disconformes anunció que, además de impugnar los acuerdos, van a presentar una querella contra Berenguer por «falsedad documental» en los informes aportados para destituir al gerente José Manuel Miralles.
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