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El alcalde y la concejal conversan con uno de los asistentes al acto celebrado ayer en el Centro de Congresos.

El gobierno se plantea compensar a los centros con material socializado

Los colegios e institutos que fueron pioneros en trabajar en clase con este sistema reclaman que la Xarxa Llibres reconozca su «esfuerzo»

María Teresa Bolívar

Viernes, 20 de noviembre 2015, 01:05

Una decena de centros entre colegios e institutos de la ciudad trabajan en clase con material socializado, un sistema del que existen numerosas modalidades, pero que en todos los casos busca que los padres no tengan que realizar cada curso un gran desembolso por la compra de libros nuevos. En estos casos es el centro el que se ocupa de adquirir de forma global el material, uno de los gastos que se incluye en una cuota anual que se pasa a las familias y en la que entran otros conceptos.

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Si estos padres van a recibir la ayuda prevista en la Xarxa Llibres y de qué forma se articularía, al no disponer de facturas por cada escolar -uno de los documentos exigidos para poder acceder a la subvención-, son algunas de las cuestiones que salieron a colación ayer en la primera reunión que el equipo de gobierno mantuvo con las AMPA y los equipos directivos para dar a conocer el proyecto autonómico.

Al encuentro, al que asistió el alcalde, Carlos González, la edil de Educación, Patricia Macià, y el concejal de Participación, Felip Sànchez, además de técnicos municipales, estaban convocadas las comunidades educativas de la zona 1, que abarca Carrús.

Después de que los representantes municipales dieran a conocer los principales ejes de Xarxa Llibres, entre ellos que el programa se desarrollará en dos fases, la primera de ellas en diciembre con ayudas de hasta 100 euros por escolar, se abrió el turno de intervenciones. La mayoría hicieron referencia a los casos de los centros que trabajan con material socializado, buena parte de los ubicados en esta zona, donde los padres no compran libros de forma directa, y que en principio no estarían incluidos en el proyecto del Consell.

Directores y representantes de las asociaciones de padres de alumnos de dichos centros, entre ellos del Blasco Ibáñez, Jaime Balmes y Ramón Llull, aplaudieron este programa autonómico, por tener como objetivo a más largo plazo crear libros de bancos en colegios e institutos, pero criticaron que no haya contemplado a los centros que han incorporado ya material socializado a las clases, algunos de ellos de forma pionera en Elche, en los años ochenta.

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Consideraron «injusto» que después de ese «esfuerzo» realizado por los profesores y los centros, «las ayudas no lleguen a todos los niños», por lo que opinaron que el proyecto «debe mejorar» en ese aspecto. La mayoría de equipos manifestaron su preocupación sobre cómo decirle a los padres de estos escolares que no podrán acceder a las ayudas.

Ante estas declaraciones, el alcalde, Carlos González, manifestó en la reunión su compromiso «público y serio» de buscar una solución para estos casos y aseguró que el equipo de gobierno se planteará compensar económicamente a estas familias con el presupuesto que el Ayuntamiento ha consignado para estas subvenciones que finalmente no llegue a adjudicarse.

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Cabe recordar que, en esta primera fase de Xarxa Llibre, el Consistorio destinará una media de 33 euros por niño, a lo que se sumarán otras dos partes del mismo importe a cargo de la Diputación y la Generalitat. Este montante es una estimación, puesto que algunas familias no pedirán estas ayudas y otras habrán gastado menos de 100 euros, por lo que se presupone que habrá un excedente de dinero, que el Ayuntamiento de su partida podrá redistribuir.

No obstante, tras la reunión, la edil de Educación se puso en contacto con la conselleria para averiguar si estos centros con material socializado podrán optar a las ayudas. Tal y como precisó, la resolución no las contempla, «pero la Generalitat va a admitirlas». Puntualizó que los centros deben presentar la factura indicando que disponen de programa de socialización. El gasto que hayan tenido deberán dividirlo entre el número de alumnado, una cifra que deberá aparecer en cada justificante particular de los escolares.

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