Camino a Las Ventas

«La vida me está poniendo a prueba y me va empujando hacia el toro. Es lo que me gusta y lo que quiero hacer», explica el ilicitano Francisco Alemañ, conocido en el mundo taurino como Curro Matola. Ayer por la mañana inició desde el hostal El Almendros, en Sax, en pleno Camino del Cid, el «reto personal» de llegar caminando hasta Madrid, vestido de traje de luces, con el objetivo de llegar hasta la plaza de Las Ventas y reclamar «la confirmación de mi alternativa», tras seis años retirado de los ruedos.

Pocos fuera de su círculo de familiares, amistades y algunos aficionados, han sabido de Curro Matola desde que en abril de 2009 toreó su última corrida en Ondara. Significaba su regreso a las plazas después de más de seis años de ausencia. Sin embargo, no hubo continuidad. «Me fui del toro cansado y decepcionado de tanto mamoneo. Si no eres famoso no tienes nada que hacer, te ponen en cualquier sitio», señala.

Curro Matola tomó la alternativa en 1998 en la plaza de toros portátil instalada en Elche, de la mano de El Litri y El Cordobés. Desde entonces toreó una docena de corridas, pero no veía avances en su carrera y lo dejó. En estos últimos años, según señala, «he estado preparándome y me siento capacitado para hacer temblar los cimientos de Las Ventas. Madrid me debe la confirmación de la alternativa y voy a luchar por conseguirla», asegura.

Con ese objetivo, Alemañ, a sus 42 años, se ha lanzado a la carretera con el objetivo de recorrer a pie los más de 400 kilómetros que le separan de su destino. Un recorrido que piensa cubrir «en cinco o seis días», y durante el cual confía en lograr «un apoyo mediático que me dé a conocer en toda España» y le ayude a figurar en algún cartel del coso madrileño de la próxima temporada taurina. Recuerda que ya toreó en Las Ventas y cortó una oreja.

Señala el diestro que tras su llegada a Madrid, «haré mis gestiones para torear allí, pero ya con el apoyo de que la gente del toro me conozca por lo que he hecho». Curro Matola, que tiene un hijo de siete años, asegura que «quiero hacer esto antes de que pase más tiempo y luego me arrepienta de no haberlo hecho. Mi vida es el toro, he nacido para esto y es lo que quiero hacer». Y emprendió su marcha, mochila a la espalda.