Un nuevo hotel para revitalizar el litoral

Después de más de 15 años de intentos por parte de la empresa propietaria del antiguo hotel de Arenales del Sol, para sacar adelante el proyecto de rehabilitación del viejo inmueble, las obras ya están en marcha. Ayer, tal y como estaba previsto, se iniciaron los trabajos previos de vallado y demás preparativos de cara a la entrada de la maquinaria, una actuación que se producirá en los próximos días.

El apuntalamiento de la estructura del edificio, que lleva cerrado más de 35 años cerrado, y los movimientos de tierra serán las primeras labores a realizar, según la empresa Edificaciones Alcudia, que junto a también ilicitana Eurolosa Construcción han constituido una unión temporal de empresas (UTE) para llevar a cabo la reforma del inmueble construido a comienzos de los años 60. El plazo de ejecución de las obras es de 18 meses, por lo que está previsto que el complejo hotelero pueda estar funcionando en el verano del 2017.

Ese es el objetivo de la cadena propietaria, Princesol, que cuenta con varios hoteles en Benidorm. En este caso, el edificio en primera línea de playa, con planta baja y cuatro alturas, tendrá la categoría de cuatro estrellas y contará con 101 habitaciones, algunas menos de las actuales para adaptarlo a la normativa que corresponde a dicho rango. Asimismo dispondrá de piscina, para ello se rehabilitará el espacio ocupado por la antigua que se encuentra en los terrenos, que desde hace décadas está clausurada y cubierta por arena.

Una de las novedades del nuevo diseño del complejo será el muro de vidrio reforzado que se instalará para delimitar la parte frontal del hotel con la playa. El objetivo de este elemento arquitectónico será, por un lado, no obstaculizar las vistas al mar de los clientes y tampoco del exterior al interior del recinto, por otro, contar con una barrera de protección frente a posibles temporales, dada la proximidad del edificio al agua.

La actuación en su conjunto supondrá una inversión de más de ocho millones de euros y la intención de la empresa propietaria es enfocar este complejo al turismo de calidad extranjero, sobre todo británico, finlandés y noruego.

Esta circunstancia supondrá un importante empuje socioeconómico, «un revulsivo para Arenales del Sol», tal y como declaró el alcalde, Carlos González, quien valoró el proyecto, especialmente desde el punto de vista urbanístico «porque da solución a un espacio altamente degradado y mejora la primera línea de playa» de Arenales. «Pone punto final a una situación que afeaba y degradaba la costa ilicitana», agregó.

Constituirá, dijo, una mejora del espacio urbano y permitirá «desestacionalizar el turismo». En este sentido, recordó que se trata de un hotel de «alta gama, que va a atraer turismo durante todo el año y generará actividades económicas asociadas». Asimismo subrayó que implicará una inversión de más de 8 millones de euros «tendrá una repercusión positiva en términos de generación de empleo».

El concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, precisó que el hotel dará trabajo a unos 45 empleados y a más de 200 personas de forma indirecta, a través de los servicios que tendrá contratados.

Sánchez aseguró que el nuevo hotel será un «revulsivo también para el sector comercial de la zona» y permitirá «relanzar» la actividad turística de la ciudad y que «Elche sea más conocido en el mercado europeo, principalmente en el norte de Europa».