Riegos de Levante buscará caudales en la cuenca del Segura, del Júcar y desaladoras

El presidente de la Comunidad General de Riegos de Levante (margen izquierda), José Berenguer Coves, advirtió ayer tarde en la asamblea general de la entidad de que comienza un año «especialmente delicado» a causa de la «grave situación de sequía» que atraviesa la cuenca del Segura y en los embalses de cabecera del Tajo, «que impiden que se realicen trasvases con destino al riego agrícola».

Berenguer informó a los representantes de las ocho comunidades de base de las numerosas gestiones que se están realizando para intentar aumentar los recursos hídricos. Así, prevé contar con agua procedente de los pozos del Sinclinal de Calasparra y de los de la Junta Central de Usuarios, de agua procedente de la cuenca del Segura, así como del Júcar. También dijo que prevé poder utilizar una dotación de agua desalada similar a la del año 2015.

El plan de actuación para el ejercicio y los presupuestos para 2016 debatidos en la asamblea, fueron aprobado por mayoría. Destacó que se han rebajado algunos costes en más del 70%, lo que permitirá destinar 120.000 euros al capítulo de inversiones con el fin de mejorar las infraestructuras actuales.

Otro de los objetivo de la nueva dirección para este año es la renovación de las ordenanzas de la comunidad general.