Pusol necesita más personal

El Museo Escolar de Pusol acogió ayer la firma del convenio entre el Ayuntamiento y el centro de cultural tradicional, por el que se la concede una subvención de 40.000 euros. Una aportación económica que servirá para la actividad museística, además de que ofrecerá más recursos humanos para el proyecto.

Para esta ocasión estuvieron presentes el alcalde, Carlos González; la concejal de Cultura, Patricia Macià, y el director del museo, Fernando García Fontanet. En esta visita, la primera autoridad reconoció la «gran labor» que lleva a cabo el equipo de este museo a través del proyecto educativo que desarrolla desde 1969.

González, afirmó que este convenio «es un apoyo fundamental para el funcionamiento del museo», y no sólo económicamente, sino que argumentó que quieren mostrar «el respaldo como administración pública al proyecto cultural y educativo» de la pedanía ilicitana.

El director del museo agradeció esta «colaboración estrecha» con el Ayuntamiento por el apoyo económico que ofrece esta subvención. García destacó que este convenio es la base para «otros futuros» y para darle otro cariz al proyecto educativo que tienen instaurado. El objetivo es que tenga «más relevancia y una mayor participación» por parte de otras instituciones tanto locales como a nivel provincial, con la Diputación.

En cuanto a las necesidades más urgentes del museo citó la falta de espacio. Como el propio Fernando García afirmó, «se tendría que descentralizar del museo 'madre'», con lo cual se necesitaría crear en Elche unos espacios expositivos fuera del recinto e indicó que para llevarlo a cabo «necesitaríamos más personal para los talleres», en concreto entre 3 o 4 personas.

Por ello, calificó a su equipo de «multifunción» porque se encarga de todas las tareas del museo. Además, García destacó que reciben alumnos universitarios de otros países para hacer prácticas y ayudarles durante dos meses, mientras que «los de aquí duran tres semanas».

El proyecto pedagógico del Museo Escolar de Pusol, reconocido por la Unesco, está abierto desde 1969, ofreciendo al público cómo era la vida campestre ilicitana, así como otros aspectos económicos, sociales y culturales de la ciudad, como la recreación de las antiguas tiendas de la calle Salvador. Gracias al proyecto pedagógico 'La Escuela y su medio' se desarrolló el estudio de los oficios y tradiciones del campo de Elche.

La base central del museo nació en las antiguas viviendas de los maestros de la escuelas unitarias. Las instalaciones del museo se fueron ampliando, y en 1991 se construyó una nave, la sala de exposiciones actual, además de un área administrativa, biblioteca y archivo. En 1998 se adquirió una parcela anexa de 8.000 metros cuadrados.