La ciudad como proyecto colectivo

Llega el momento de pensar el Elche del futuro, de sentar las bases del municipio de los próximos decenios. Es una tarea que figura entre las prioridades del equipo de gobierno, y que se materializará en el ámbito urbanístico en el nuevo Plan General. Esta semana se ha puesto en marcha, tras la firma de un convenio con los colegios de arquitectos y aparejadores, un proceso participativo para «establecer las bases de la ciudad que queremos», según dijo el alcalde, Carlos González.

A través de conferencias-debate, reuniones con colectivos y otros cauces, la iniciativa 'Elche, modelo de ciudad' recabará opiniones, reflexiones y propuestas para «afrontar retos, desafíos y necesidades» de la ciudad del futuro. No solo en el ámbito urbanístico, con la revisión del PGOU, sino en otros aspecto del proyecto estratégico de ciudad.

Pero no solo se promueve el debate desde el gobierno local. Profesionales de distintos ámbitos (arquitectos, profesores universitarios, economistas, abogados...) y empresarios vienen reflexionando desde hace tiempo sobre estos retos en la Tertulia Illice, una iniciativa de la sociedad civil que se ha adelantado a la acción política. Aunque como destaca su presidente, Juan Antonio Marín, «todos acabaremos confluyendo para trabajar en una misma dirección».

De hecho, la pasada semana expusieron al alcalde, Carlos González, y a miembros del equipo de gobierno, los resultados de las reflexiones realizados hasta ahora. Y lo mismo están haciendo con otros colectivos ciudadanos, buscando su implicación y aportaciones para definir las líneas de actuación que deben definir el Elche del futuro. Según asegura Marín, se trata de retomar y poner al día los trabajos realizados con los planes Futurelx I y II, que quedaron interrumpidos en los últimos ocho años. Con esa misma filosofía se han iniciado el proceso desde el Ayuntamiento.

El trabajo realizado por la Tertulia Illice se ha plasmado en la creación de una acción ciudadana que han bautizado como Plataforma Elche Piensa, a la que ya se han sumado numerosos colectivos, asociaciones y particulares. Un foro abierto en el que reflexionar y debatir sobre la idea de ciudad del futuro desde una perspectiva eminentemente ciudadana y no partidista.

«Estamos absolutamente convencidos de que desde la sociedad civil tenemos que empezar a tomar las riendas a la hora de reivindicar esa idea de ciudad que propugnamos y que queremos que nuestros representantes políticos hagan suya», señalan en el documento de presentación de la plataforma.

Casos similares

En dicho informe se definen cinco grandes epígrafes para explicar la idea de ciudad que se persigue. En el primero se analiza la forma en que ciudades como Barcelona, Bilbao o Vitoria, a una escala más similar a Elche, han conseguido, «gracias a un fuerte liderazgo en un momento dado», lograr «una transformación basada en una clara idea de lo que se pretendía». En el polo opuesto, ciudades receptoras de grandes inversiones en su momento, como Sevilla y Zaragoza «han fracasado estrepitosamente».

En el siguiente apartado analiza la competitividad en las áreas urbanas, y se repasan las ventajas competitivas que reúne Elche: su historia, su cultura, su medio «y el esfuerzo hecho por sus habitantes, frente a la ausencia de inversión por parte de las administraciones estatal, autonómica y provincial». Un déficit derivado del «escaso peso político que Elche ha tenido siempre y del desconocimiento de los ilicitanos de la escala real de nuestra ciudad y de sus necesidades», apunta el documento.

En este apartado del análisis, se propone que Elche y Alicante elaboren un proyecto estratégico conjunto de su área funcional en cuestiones que interesen a ambos municipios. A partir de ahí, deben ir de la mano a exigir a las administraciones inversiones, pero siempre en base a una relación de iguales, y corrigiendo el «desequilibrio en el reparto de la inversión pública» existente hasta ahora entre las dos ciudades.

Elche, al contrario que ha sucedido en Alicante, ha costeado obras que «caen directamente dentro del ámbito de competencias de otras administraciones y deberían haber sido asumidas por estas». Un «olvido injustificado e injustificable de todas las administraciones públicas» hacia el municipio ilicitano producto, en parte, de la «ausencia casi absoluta de políticos de Elche en puestos decisorios de la Administración del Estado, autonómica o provincial», así como en asociaciones e instituciones de carácter público y privado.

La tercera parte del documento se centra en el diagnóstico del territorio. El área funcional Alicante-Elche (se descarta la antigua acepción de 'área metropolitana', que primaba la capitalidad alicantina) «tiene una proyección de un millón de habitantes para el año 2030 y se convertirá en la cabecera urbana de un sistema de ciudades polinuclear». En la actualidad ya tiene fortalezas: el aeropuerto, vías de comunicación, IFA, Parque Empresarial, zonas naturales, grandes áreas empresariales y comerciales, etc., «que se deben consolidar y potenciar para que se transformen en oportunidades que hagan de ella el epicentro del arco mediterráneo español».

En el siguiente apartado el documento apunta una serie de propuestas estratégicas, que aunque algunas de ellas necesiten contar con financiación, «un número significativo de ellas son más cuestión de liderazgo y de seguir las pautas marcadas por lo que debe ser la idea de ciudad compartida por todos».