Lágrimas bajo el aguacero

Tristeza, lágrimas y desconsuelo reinaban ayer en las iglesias de San Juan Bautista, Sagrado Corazón y El Salvador, en un lunes santo lluvioso de principio a fin, como hacía tiempo no se recordaba, en un día cargado de simbolismo para los creyentes y para las personas que integran las cinco cofradías que debían desfilar, ninguna de las cuales lo hizo a causa del aguacero.

La Hermandad de la Santa Cena fue la primera en confirmar que no desfilaba a causa de la lluvia. Con sus 50 costaleros -visiblemente afectados-, la banda de música, la directiva y otros asistentes, a las 19.30 se celebró en San Juan una eucaristía y a continuación un pequeño homenaje al paso a cargo de los músicos.

La cofradía de la Negación de San Pedro, cuyo desfile estaba programado a las 19.50 desde el Sagrado Corazón de Jesús, fue la siguiente en anunciar la suspensión de la procesión. Este año habían vuelto a modificar el estandarte, con la renovación del soporte, pero no pudo verse. Poco después, la Junta Mayor anunciaba que también el Descendimiento seguía el mismo camino. Como en San Juan, la desolación reinaba en el Corazón de Jesús entre los miembros de ambas cofradías. Sus tronos fueron trasladados posteriormente sobre ruedas y bajo plásticos hasta Santa María para la procesión general del Viernes Santo.

Aniversario

El Descendimiento de la Cruz celebra este año su 160 aniversario. Las novedades de este trono se centran en que el nuevo paño de la Virgen ha sido bordado a mano y con encaje de bolillos. Sin embargo, los actos grandes de la efeméride serán en noviembre, cuando conmemorarán a la Virgen de la Piedad con una exposición, en la que se mostrará un paño con una cruz que data de 1860 y piezas que han ido dando forma al ajuar de esta cofradía desde sus inicios.

Asimismo, se estrenarán dos marchas, una para la Virgen y otra para el Cristo. Además, de una procesión especial y un concierto benéfico el día 19 de noviembre. Anoche tenían previsto retomar la antigua costumbre de dar un toque de tambor para guardar silencio. No pudo ser.

La lluvia no cesaba y poco después, la cofradía de Nuestro Padre del Gran Poder y de la Virgen de la Estrella, corría la misma suerte. Al no poder procesionar, realizaron un acto dentro de la iglesia. El trono del Gran Poder estrenaba cuatro faroles y, además, el frontal está ya terminado, como se podrá ver el viernes.

La última hermandad en confirmar que no salía fue la Flagelación y Gloria, con sus tronos del Cristo de la Columna y María Santísima de la Victoria. Este año, el trono de la Virgen contaba con una capataz nueva, Manoli Pérez. Además, el trono estrenaba, gracias a las aportaciones de sus 90 costaleras, seis jarras nuevas, mientras que la Virgen cambiaba el tradicional sayo por un corpiño y una falda. También se estrenaban las nuevas borlas delanteras y traseras del palio, donadas por antiguas costaleras. Realizaron el encuentro dentro del templo, aunque el desconsuelo era generalizado por no poder desfilar, máxime cuando no participan en la procesión del Viernes Santo.