El tripartito duda si es legal que Aparcisa se quede dos plantas del parking del Mercado

Las posturas sobre el proyecto del Mercado Central volvieron a distanciarse ayer. Pese a que todo apuntaba a que la empresa adjudicataria, Aparcisa, superaría el último trámite frente al Ayuntamiento, la reunión entre el tripartito y representantes de la mercantil acabó con caras largas por parte de estos últimos.

El ejecutivo local les comunicó, en el encuentro que mantuvieron a las cinco de la tarde, que el consistorio tiene «dudas» sobre la legalidad una de las cláusulas recogidas en el contrato, en la que se especifica que la empresa se quedará en propiedad dos plantas del futuro aparcamiento, la tercera y la cuarta, una vez haya finalizado la concesión administrativa, a los 40 años.

Tras la alerta de los servicios jurídicos municipales sobre este extremo, según el equipo de gobierno porque no existen precedentes del mismo tipo, el ejecutivo ha trasladado el asunto a la Junta Consultiva de Contratación Estatal para que se pronuncie sobre si el contrato es legal o no. El edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, puntualizó que «queremos despejar las dudas» y señaló que al finalizar las concesiones lo habitual es que los bienes reviertan al patrimonio público. Quiso aclarar que «no estamos poniendo palos en la rueda», sino cumpliendo con «la legalidad».

Por su parte, la portavoz de Compromís y edil de Relaciones Institucionales, Mireia Mollà, aseguró que el hecho de que la mercantil se quede en propiedad esas 197 plazas de parking pondría en «peligro» el patrimonio municipal y arremetió contra los populares por este asunto, al considerar que «el PP ha escondido muchas cuestiones» en la adjudicación de este proyecto.

Con esta fórmula, el tripartito busca un resquicio legal para ponerle freno a la ejecución del proyecto tal y como fue contratado por el anterior equipo de gobierno, un modelo que disgusta a los tres socios de gobierno. No obstante, la postura había cambiado en las últimas semanas, cuando se dejó entrever por el tripartito que en esta última reunión tendrían que dar el visto bueno a los informes de Aparcisa si los técnicos constataban que había corregido los problemas detectados.

Así fue en lo concerniente al proyecto de mejora de urbanización, derribo y proyecto básico, cuyas deficiencias, según Sánchez, «están prácticamente subsanadas, a falta de pulir algunas cuestiones que podrían definirse con más claridad», pero el gran problema sigue siendo la reordenación del tráfico como consecuencia del aparcamiento.

El concejal de Urbanismo aseveró que, según los informes técnicos, la alternativa de desdoblamiento del tráfico por la calle Salitre para permitir el paso de vehículos «presenta deficiencias importantes» y se trata de «la peor de las soluciones presentadas hasta ahora».

Temor por los sobrecostes

Sobre este aspecto, Mollà agregó que en el informe de tráfico en relación a las obras de desdoblamiento y retranqueo, se estima un presupuesto muy por debajo del coste real, según los informes. Concretó que Aparcisa presupuesta 3.700 para estas actuaciones, mientras que los técnicos estiman que solo contratar el transporte para realizar las obras conllevaría un gasto de 4.600 euros.

Además manifestó que no existe análisis de seguridad vial, medidas complementarias para peatones, ni el análisis de impacto del tráfico. En este sentido, recordó que las calles paralelas al centro multiplicarían el tráfico de vehículos.

Mollà recalcó que «nos preocupan los sobrecostes, porque las administraciones tienen que tener claro cómo son los proyectos», puesto que teme que en estas obras el Ayuntamiento tenga que desembolsar una cantidad de dinero relevante. Puso como otro ejemplo que Aparcisa destina en sus informes a la parte museística 45.000 euros, «cuando los técnicos hablan de 300.000».

Según Mollà, «los sobrecostes serán sean mayores que la indemnización» a la que el consistorio debería hacer frente si rechaza el proyecto que ya está adjudicado, aunque no especificó las cifras.