Patrimonio histórico que da trabajo

La apertura al público de la torre de Vaillos como privilegiado mirador del Palmeral ha puesto en valor y dado uso (aunque con visitas aún restringidas en horario) a uno de los principales edificios históricos de la ciudad. Pero en el mismo huerto se halla un edificio de la misma época (siglos XV-XVI) más modesto que no había tenido el mismo tratamiento de restauración. Pero eso ya ha cambiado.

Junto al acceso a la torre, frente a uno de los accesos al campus de la Universidad Miguel Hernández (UMH), está la antigua ermita de la familia propietaria de estas tierras, los Vaillo de Llanos, condes de Torrellano. «El campanario estaba derruido, y el resto del edificio se encontraba en pie, aunque bastante deteriorado», explica el concejal de Promoción Económica, Héctor Díez.

Con el fin completar la recuperación del conjunto, tras los trabajos de restauración realizados anteriormente en una parte de la torre, este curso se planteó la rehabilitación de la ermita entre los trabajos a realizar por el Taller de Empleo VIII, que desarrolla el Ayuntamiento junto con el Servef. Una actuación que ya ha tocado a su fin: la ermita ha recuperado su campanario (aunque sin campana) y el edificio ha sido remozado. El interior es una sala diáfana, que no conserva elementos de su uso original.

Díez explica que para el campanario se ha empleado piedra de Bateig (Novelda), tallada por los diez alumnos del taller en el Centro Municipal de Formación, en el antiguo Matadero. La dirección técnica corrió a cargo del arquitecto municipal Julio Sagasta. Una pletina de acero simula la antigua campana, que no se conservaba.

La restauración se ha realizado «de forma totalmente artesanal, a partir de sillares de piedra que han trabajado los propios alumnos», explica el director del Taller VIII, Vicente Chilar.

Estas actuaciones se han complementado con la colocación de una puerta de hierro forjado con un diseño más histórico, en sustitución de la impersonal reja verde que existía anteriormente. También se ha pavimentado la entrada al edificio.

Estos trabajos se completan con otra actuación correspondiente al Taller IX, que se desarrolla paralelamente, y que entre sus dos especialidades incluye la de operaciones auxiliares de montaje de instalaciones electrotécnicas y de telecomunicaciones. Los alumnos de esta materia han instalado cable de fibra óptica hasta la torre y la ermita, lo que permitirá no solo dar servicio de internet (wifi) y teléfono a ambos edificios, sino también instalar focos led para iluminarlos desde el suelo, como ya se hace con otros edificios monumentales de la ciudad.

«Se ha quedado un espacio muy acogedor para celebrar actos, como conferencias o conciertos», explica el concejal sobre la ermita. De hecho, el equipo de gobierno está estudiando ya posibles usos de este recinto a partir de otoño.

Nada más finalizar estos trabajos en la ermita, los alumnos del taller de cantería y piedra natural han iniciado otro proyecto de restauración de elementos arquitectónicos patrimoniales: las hornacinas de la Virgen de la Asunción y de San Agatángelo, en el puente de Santa Teresa.

A raíz de unos actos vandálicos de 2004, la cornisa y algunos elementos decorativos de la hornacina de la Mare de Déu quedaron dañadas. La reparación que se realizó tras esos hechos no dio buen resultado y ahora se está haciendo una restauración de los elementos dañados. Para ello, según apunta Vicente Chilar, se están utilizando sillares de piedra como los empleados en la construcción original.

Al mismo tiempo, «se retirarán elementos que no eran originales y se hará una limpieza general», según explica el director del taller de empleo. En la hornacina del patrón, San Agatángelo, que no sufre daños, la actuación se limitará a limpiar el exterior.