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Gaspar Macià
Viernes, 24 de junio 2016, 02:00
Vecinos y comerciantes de Arenales del Sol se concentrarán el domingo 3 de julio, a las 10 de la mañana, frente al edificio del hotel para protestar por la paralización de las obras de rehabilitación del inmueble y exigir a la Dirección General de Costas y el Ayuntamiento la reanudación de los trabajos. Las movilizaciones proseguirán en semanas sucesivas mientras se mantenga la suspensión ordenada por el Servicio Territorial de Costas el pasado 31 de mayo, por la realización de supuestos trabajos no contemplados en el proyecto.
El presidente de la asociación de vecinos de Arenales, Fernando Cano, señaló ayer que «no estamos dispuestos a permitir que el hotel vuelva a quedarse así dos o tres décadas más». Añadió que esta rehabilitación es «una oportunidad para mejorar los servicios, el comercio, el empleo y el nivel de vida» en la pedanía ilicitana, la única con un núcleo urbano en el litoral.
«Llevamos décadas viendo deteriorarse el hotel, confiando en que algún día se rehabilitaría el edificio para dotar a Arenales de un nuevo establecimiento que revitalizaría la zona», añade Cano. Indica que «si se han realizado trabajos que no estaban previstos, que se corrija el proyecto, pero que no se paren las obras porque eso causa perjuicios a todos».
Cano, haciéndose eco del sentir generalizado entre vecinos y comerciantes, pide al Ayuntamiento y el Servicio Territorial de Costas que «trabajen de forma conjunta para solucionar los problemas que hayan surgido y permitir que las obras puedan reanudarse».
El Ayuntamiento inspeccionó el edificio el pasado lunes. Según indicó el director del equipo técnico responsable del proyecto de rehabilitación, el ingeniero Florentino Regalado, «tuvimos en la obra un amplio despliegue de técnicos municipales: dos arquitectos, coordinador del área de Urbanismo, dos inspectores de obra y una abogada».
Añadió Regalado que «les explicamos 'in situ' lo que ya les habíamos dicho con fotografías y documentos», es decir, que «hemos tenido que demoler más de lo previsto en el proceso constructivo, parte porque se cayó y parte para garantizar la seguridad de los trabajadores, además de cumplir con la legislación vigente». Actuaciónes que, según insiste, «no cambian en nada el resultado final; no vamos a construir más metros ni a ocupar más playa ni a subir una altura más. La volumetría es exactamente la misma».
El ingeniero señala que una vez iniciados los trabajos se comprobó que más del 50% de los pilares del hotel (inaugurado en 1963 y cerrado en 1979) eran de uralita y de fibrocemento y que había muretas y pantallas de carga hechas de ladrillo. «Todo esto está prohibido en la actualidad, por lo que hay que volver a construirlo con otros materiales para cumplir la legislación actual», apunta.
Todo ello se pudo ver en la inspección realizada el lunes, aunque el director del proyecto asegura que «no estoy de acuerdo en que me ha saltado la licencia municipal», según apuntan los técnicos municipales. «Si me autoriza a demoler toda la fachada y hacer una nueva para cumplir la legislación, ¿cómo es que no puedo derribar una mureta interior?», se pregunta Regalado.
A la espera de recibir el acta municipal el ingeniero ya detecta un posible punto de desacuerdo con los técnicos. «Me dicen que hemos demolido el edificio y que la licencia es para rehabilitarlo. Pero demoler un edificio es tirarlo abajo completamente, no son demoliciones parciales, que es lo que hemos hecho. Esa es mi interpretación legal. No estoy dispuesto a admitir que he incumplido la licencia municipal porque no es así».
Regalado insiste en que «nunca he negado ni ocultado que no he cumplido el proyecto constructivo en esas actuaciones, que no estaban previstas porque no conocíamos en estado del edificio. He tenido que cambiarlo para garantizar la seguridad y para cumplir la legislación». Pero insiste en que «el resultado final no cambia». Regalado enviará en los próximos días al Ayuntamiento un nuevo proyecto con los cambios introducidos.
El director del proyecto indicó que también desde Costas le han pedido nueva documentación, en concreto planos de la estructura del edificio original. «Interpreto que es una buena señal, ya que cuando comprueben que se sostiene sobre elementos que no cumplen la legislación, levantarán la paralización de las obras». Y que cuando el organismo ministerial de luz verde, «el Ayuntamiento hará lo mismo». Regalado dijo que la impresión que tiene de ambas administraciones «es positiva».
En lo que respecta al Ayuntamiento, el director del proyecto agradeció «en nombre de la empresa propietaria, los técnicos y obreros» las declaraciones del alcalde, Carlos González, pidiendo celeridad a Costas en este proceso. «Evidencian que no hay intención por parte municipal de poner zancadillas al proyecto», añadió.
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