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ALBA M. GARCÍA
Lunes, 15 de agosto 2016, 00:52
Elche vivió la Nit de l'Albà y posterior madrugada más tranquilas que se recuerdan de la última década, según aseguró el alcalde, Carlos González. Como es tradición, esa noche se caracteriza por el uso masivo de fuegos artificiales y es habitual que se registren heridos por la manipulación de pólvora. Este año fueron 46 las personas atendidas en los distintos puntos de atención y los dos hospitales de la ciudad , aunque todas ellas de carácter leve. Por ello, ninguno de ellos fue trasladado a la Unidad de Quemados del Hospital General de Alicante ni quedó ingresado en Elche.
Además del descenso del número de lesionados -13 menos que en 2015-, la principal novedad reside en que no hubo ningún herido grave, frente a los cinco del pasado año -cuatro de ellos por carretillas-, tres en 2014 y uno en 2013, donde tan solo hubo 46 atendidos. En 2012 hubo dos heridos graves, uno de ellos el pirotécnico Vicente Albarranch, a causa de la explosión de la Palmera de la Virgen, que acabó falleciendo en el hospital La Fe de Valencia. Un año antes hubo cuatro y en 2010 fueron también dos.
Ocho de los 46 heridos fueron atendidos en el Hospital General, cinco en el Vinalopó, uno en el PAS de Toscar y ni el Punto de Atención Continuada (PAC) de El Altet ni Cruz Roja registraron atenciones. Todos fueron tratados al momento y dados de alto y, en caso necesario, fueron citados en días posteriores de manera ambulatoria. centro de unidad de urgencia).
Los datos de la noche fueron dado a conocer ayer por el alcalde, Carlos González, junto al concejal de Fiestas, José Pérez; el concejal de Sanidad, Carlos Sánchez; el director gerente del Departamento del Hospital General, el doctor Carlos Gosálbez, y el director médico del Hospital del Vinalopó, el doctor Rafael Carrasco.
El concejal de Fiestas destacó que los motivos de las lesiones fueron: 17 por carretillas en la zona acotada junto al Hort del Monjo, 12 por caída de cañas y 17 por otros motivos relacionados con el uso de material pirotécnico. Además, informó de que el primer atendido fue a las 20.53 del sábado en el Hospital General y el último a las 5 de la madrugada en el Vinalopó.
En la noche de la Nit de l'Albà se atendió a 35 hombres y 11 mujeres, siendo el paciente mayor edad atendido por DYA . Se trata de un hombre de 71 años y los de menor edad, tres niños de tres y cuatro. Precisamente uno de los menores fue atendido en el Hospital General fue el primer herido. En total, 25 fueron en la zona del centro urbano, mientas que 21 se registraron en otros puntos.
Tanto l'Albà como anoche la Roà contó con un dispositivo especial de seguridad compuesto por policías nacionales y locales, bomberos, miembros de Protección Vivil y voluntarios de la Cruz Roja y DYA .
A la baja
Por ello el alcalde hizo una buena valoración de la Nit de l'Albà. González argumentó que comparando los datos de otros años y viendo su evolución, «estamos ante la mejor Albà de la serie histórica de la última década en cuanto accidentes e incidentes se refiere». No se registró ningún herido grave y sigue «la tendencia decreciente» de atendidos.
Por lo tanto, el alcalde sostiene que «están funcionado las medidas de seguridad y las de protección que se impulsaron» y que «están dando un buen resultado las medidas adoptadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad» -a quienes agradeció su trabajo- ya que garantizaron la seguridad de los vecinos y turistas de la ciudad en el desarrollo de la noche del sábado con más de 300 efectivos, un 15% más que el desplegado en año anterior. González aseguró que la corporación municipal «está satisfecha» por el resultado del trabajo realizado por el dispositivo de seguridad.
Agradeció el «civismo y la responsabilidad de los ilicitanos, que fue la clave fundamental que permite que año tras año se vayan reduciendo el número de atendidos».
Respecto a las barracas y las barras que se instalaron en la calle, el concejal de Vía Pública, Carlos Sánchez, manifestó que tres locales del centro se excedieron con el ruido. Sánchez, junto al jefe de la Policía Local, César Zaragoza, se personaron en los locales para levantar acta. El edil aseguró que «no vamos a tolerar que ninguna barra se exceda en el ruido y que moleste a los vecinos». Las multas pueden ascender a 600 euros.
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