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La Virgen y el cortejo mariano en el ensayo general del Misteri del día 12, visto por Dolça. :: D.Q.

Apuntes al natural del Misteri

Dulce Quesada dibuja en un cuaderno la representación del drama sacro-lírico

ISMAEL UL ALAM

Lunes, 29 de agosto 2016, 00:42

El ensayo general del Misteri d'Elx correspondiente al pasado 12 de agosto, preludio de los días más importantes de las fiestas patronales, regaló, más allá de aplausos, una pintoresca anécdota. En aquella noche, algo inusitado ocurría entre el público asistente. El aleteo de los paipais dejó entrever la figura de una mujer rodeada de fotógrafos que, con lápices y rotuladores, parecía tomar apuntes en su cuaderno sobre lo que acontecía en la representación del drama sacro-lírico. La identidad de la susodicha, después de las pertinentes comprobaciones de los más curiosos, correspondía a Dulce Quesada, artísticamente conocida como Dolça.

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La pintora ilicitana anotaba y dibujaba mientras el ensayo transcurría. «Hice, como suele decir mi amigo y artista Joshemari Larrañaga, de reportera ilustradora», explica. Ambos pertenecen a Ladrones de Cuadernos, un proyecto sin ánimo de lucro integrado por pintores, en su mayoría de la geografía española, que salen a la calle para retratar cualquier aspecto del ámbito urbano. Muchas de las diversas experiencias que viven son compartidas posteriormente en internet, a través del propio blog del grupo y en las redes sociales.

Una vez entraron en escena las tres Marías (Major, Salomé y Iacobe), Dolça intentó buscar un «buen lugar» donde sentarse definitivamente y seguir con sus esbozos. A pesar de las dificultades con las que se encontró debido al aforo completo que presentaba la Basílica de Santa María, una «sonriente» azafata le ofreció en el descanso de la primera parte (La Vespra) un sitio «privilegiado» en primera fila. «Son las cosas bonitas que suceden cuando sacas un bloc», señala. Los dibujos que realizó son «bosquejos rápidos que tratan de captar la esencia del instante».

No duda en afirmar que «dibujar sobre un cuaderno es como escribir un diario, porque con ver los garabatos ya se puede saber lo que sucedió antes, durante y después». Sus ilustraciones llamaron la atención de los fotógrafos allí presentes. Un hecho que le provocó un «leve temblequeo de manos».

La primera vez que salió a hacer retratos a la calle fue en Alicante. Una profesora de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) le había encomendado «deberes» para las vacaciones de Navidad: «¡dibujar cincuenta esculturas!». El soporte empleado era papel sujeto con pinzas a un tablero. Meses después, en el verano de 1989, tras un taller en la extinta Escuela Internacional de Grabado de Calella, marchó a trazar por primera vez por Tossa de Mar (Gerona). Se enamoró de «esa sensación tan especial» que es estar «en medio de todo» y conseguir un momento «tan intimo entre el cuaderno y yo».

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Proyectos

La intención de la artista a corto plazo es la de realizar reproducciones de los dibujos que plasmó en el ensayo del 12 de agosto y recopilar estos en un libro.

Desde el año 2000, paralelamente a su creación artística, ejerce la gerencia de Dolça, su propia firma dedicada al diseño de ropa y calzado infantil. En ese sentido, ha participado en numerosas exposiciones llevadas a cabo en ferias nacionales e internacionales, con una gran repercusión.

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