«He llorado en Les Corts cuando se votó el cierre de Canal 9, no lo pude evitar»

Alegre, resuelta y decidida. Mireia Mollà no para estos días como candidata de Compromís en Elche y el resto de la provincia.

-¿De dónde saca sus fuerzas para una doble campaña?

-Mi padre, Pascual Mollà, ha sido un referente político valenciano y algo habrá tenido que ver con lo que pienso y actuó, pero también deberían de conocer a Mayka Herrera, mi madre, y entenderían por qué soy como soy. Es una mujer empoderada, fuerte. Entre los dos me han dejado equivocarme cuando lo tenía que hacer. No tenían miedo de cometer errores, pero siempre hablando mucho, así me han formado mi capacidad reflexiva y crítica.

- ¿Cómo se define?

- No sé si entrar a valorarme. Soy yo, con mis costumbres y adversidades, que se decía en el 'Lazarillo de Tormes'. Lo mismo me sublevo con las injusticias que soy supersensible. Me gusta la felicidad de la gente y, si veo maldad, soy capaz de alzar la voz, pero en cambio también soy muy llorona. He llorado en Les Corts, por ejemplo, cuando se votó el final de Canal 9, no lo pude evitar.

- ¿Cómo fue ese momento?

- Muy extraño. Sentía que estaba asistiendo a una de las cosas más increíbles que habían pasado en la democracia y yo estaba allí, votando en contra. Fueron dos segundos de silencio sepulcral y, después, los gritos desgarradores de los trabajadores. No pudo evitar pensar que a esas personas se les había roto la vida justo en ese momento.

- ¿Y cómo recibió el accidente del Metro de Valencia?

- Estaba en un viaje en el extranjero y nos lo dijeron unos desconocidos: «Españoles, lo siento, lo siento». Corrimos a un ordenador y vimos lo que había pasado. Pensé en esos momentos en que el tren descarriló, la gente en el interior...

- ¿Cree que todos esos momentos han servido para cambiar algo?

- Ha sido un cóctel molotov. Ha tenido que ser un estallido general para que hayamos reaccionado. Hemos evolucionado como sociedad, pero ha sido como si estallara un cóctel molotov en la fachada de tu casa, todos los días con escándalos y corruptelas. Pero se ha movilizado la gente y muchas conciencias se van a quedar tranquilas tras el 24M.

- Las encuestas, efectivamente, apuntan a un cambio, por lo menos en Les Corts.

- Me sublevan las injusticias y las encuestas. Hoy no valen las técnicas de hace 20 o 30 años, hay que reformar también la forma en que se hacen los sondeos.

- Entonces, no estará de acuerdo con la encuesta del CIS que les dejaba con ocho diputados en la Cámara autonómica, dos más de los que tienen ahora...

- El día después del 24M a alguien se le tendría que caer la cara de vergüenza con la encuesta del CIS. Hace cuatro años nos daban un 3% y sacamos un 8%. La gente ya demostró entonces lo que pensaba del CIS.

- ¿Ve a Mónica Oltra como presidenta de la Generalitat? Porque Antonio Montiel, de Podemos, sí.

- La gente confía en Mónica como presidenta de la Generalitat porque es una persona que es capaz de representar a todo el pueblo. Hay gente que no es de mi partido que se sentiría representada por Mónica Oltra. Ni Ximo Puig ni Antonio Montiel pueden discutir que se sentirían representados. Si queremos un cambio de verdad, lo que hay que hacer es saber representarnos más a nosotros mismos como pueblo. Oltra, además, se merece ser presidenta porque cuando había que estar, ha estado y se ha enfrentado a muchos fantasmas.

- Oltra puede estar preparada, pero ¿Compromís está capacitado para liderar ese cambio?

- Cuando los ciudadanos ven a Compromís, ven una historia, un trabajo. Cuando vamos a la televisión vamos a contar lo que pasa, no a ser un tertuliano, porque el mejor tertuliano puede ser el mejor o el peor gestor y nosotros nos hemos preparado para ser los mejores gestores. Hemos llevado el cambio a nosotros, porque Compromís es un invento, una «técnica de innovación» llevada a la política, como dice Mónica, y ha funcionado. Hemos sido capaces de entendernos entre diferentes y queremos aportar nuestra experiencia. Entre diferentes hemos construido en cambio en Compromís; el PP va a decir que la pluralidad es el caso y de eso nada.

- Si hay un nuevo gobierno, ¿pagarán al PP con la misma moneda?, ¿habrá 'cordón sanitario'?

- El PP formará parte del Parlamento y, como tal, estará presente en las decisiones pero tendrá que acercarse al cambio o se quedará fuera. No va a haber medidas autoritarias. La palabra va a tener parte en el debate, la política va a volver a ser lo que ha tenido que ser.