Génova desliza que tomará medidas en el PPCV pero que no habrá gestora

La dirección nacional del PP tomará medidas con aquellas direcciones regionales cuyos presidentes ya han anunciado que no repetirán en el cargo. El vicesecretario de Comunicación del PP, Carlos Floriano, deslizó ayer que la calle Génova intervendrá para resolver situaciones como la de los populares valencianos, cuyo máximo responsable, Alberto Fabra, ya anunció sólo dos días después del batacazo del 24-M que no optaría a la reelección como presidente regional.

De la reunión de ayer no trascendió más. Si alguien esperaba que la secretaria general, Isabel Bonig, o los barones provinciales José Císcar y Vicente Betoret -Javier Moliner no acudió a la reunión- aprovecharan una cita con la cúpula nacional en la que estaban presentes todos los líderes provinciales del PP en toda España para reflexionar sobre la situación abierta en el partido a raíz del desastre de hace semana y media, se equivocaba. Ninguno de los tres tomó la palabra en la reunión de ayer. Y eso que el lunes mantuvieron una reunión -Bonig, los vicesecretarios y los secretarios generales provinciales- para abordar la situación del partido.

Pero ayer no era el día. Carlos Floriano anunció que realizará una serie de reuniones con las direcciones regionales para analizar lo ocurrido y la estrategia a seguir de cara a las generales. Porque lo que quedó claro ayer en Génova fue que la prioridad son esas elecciones, y que en ningún caso se celebrarán congresos extraordinarios o se crearán gestoras antes de esa fecha. Ese anuncio, y la matización sobre las medidas a tomar en casos singulares como el del PP valenciano, fueron las únicas referencias.

Reorganización

¿Y por dónde podrían ir esas medidas? Génova ya deslizó la semana pasada que lo que se planteaba para casos como los abiertos tras los anuncios de presidentes regionales como Fabra -su intención de no volver a presentarse- pasaba por la posibilidad de reforzar las estructuras territoriales, planteando incluso que el secretario general (en este caso, Bonig) asumiera las funciones del presidente, o por el planteamiento de que esos presidentes con fecha para su salida no asumieran la portavocía de sus Parlamentos regionales -en contra de lo anunciado aquí por Fabra-. En todo caso, la reunión de ayer deja entrever ciereto traspaso de poderes hacia Bonig y los presidentes provinciales. En el seno del PP valenciano se da por hecho que las decisiones que se adopten a partir de ahora en el partido, tendrán que contar siempre con el visto bueno de ellos.

Por otro aldo, elgunos medios se hicieron eco ayer de la posibilidad de que el vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, el valenciano Esteban González Pons, se viera afectado por los cambios que Mariano Rajoy ha anunciado que se producirán en la dirección del partido. E incluso se llegó a plantear que esa medida terminara provocando que el dirigente valenciano tomara las riendas del partido en la Comunitat -una opción aparentemente remota dada su condición de portavoz del PP en el Parlamento europeo-.

De la reunión de ayer sí que trascendió el deseo de la calle Génova de que las direcciones provinciales dieran prioridad a los acuerdos municipales y se pusieran como objetivo prioritario alcanzar el mayor número posible de alcaldías. Al término de la reunión de ayer, y a través de un comunicado, Bonig explicó que «los gobiernos que salgan en las diferentes instituciones valencianas deben garantizar la gobernabilidad y nunca deben estar basados en las cuotas de poder de las diferentes formaciones políticas».

Ayer, el presidente del PP en la capital de Castellón y todavía alcalde, Alfonso Bataller, propuso en una reunión interna de su partido la elección del futuro candidato y líder de los populares a través de primarias abiertas y, además, la propuesta de trabajar para que se pueda votar a través de listas abiertas.

Se trata de dos grandes propuestas que tratan de calmar el malestar interno que se palpa desde hace meses dentro del PP de Castellón y que se ha agravado con la debacle electoral del pasado 24 de mayo. Bataller jugó una arriesgada carta al confeccionar una lista muy personal para los pasados comicios en la que dejaba fuera a varias sensibilidades de los populares de la capital. El todavía alcalde de Castellón apostó en su intervención por prescindir de pesos pesados del PP a los que la dirección provincial tuvo que buscar acomodo en la lista autonómica.