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Carlos Mazón, próximo president de la Generalitat. LP

Quién gana y quién pierde tras las elecciones valencianas del 28-M

Mazón, Catalá y Juberías se alzan como vencedores

A. C./ A. G. R./ J. C. F. M.

Martes, 30 de mayo 2023, 01:31

El resultado de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo abren un nuevo ciclo político en la Comunitat. La izquierda, con el acuerdo ... del Botánico en la Generalitat y el del Rialto en el Ayuntamiento, pierden los espacios de poder que habían ocupado las dos últimas legislaturas. En su lugar, el PP valenciano con Carlos Mazón y María José Catalá al frente recuperan para su partido la hegemonía electoral de la Comunitat. Y Vox, con un crecimiento notable, permite consolidar la nueva mayoría política de derechas.

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La determinación para ganar

  • A principios de 2019, hace poco más de cuatro años, Carlos Mazón no estaba en política, ni mucho menos en la primera línea del PP valenciano. Mazón era director gerente de la Cámara de Comercio de Alicante. Llevaba una década en el cargo. La calle Génova le propuso volver a la política. Y en estos cuatro años, Mazón ha logrado presidir la Diputación de Alicante, hacerse con las riendas del PP valenciano, cerrar heridas, adaptarse al nuevo liderazgo de Núñez Feijóo, hacer ticket con María José Catalá y, finalmente, alzarse con al victoria en las elecciones autonómicas para convertirse en el próximo president de la Generalitat. Del todo a la nada en el espacio que va de una legislatura a otra, mostrando determinación y convencimiento en sus posibilidades. Un triunfo en primera persona, con más de 863.000 votos para el PP de la Comunitat, que pone fin al Gobierno de la izquierda.

El posible vicepresidente valenciano

  • Carlos Flores Juberías, el que ha sido candidato de Vox a la Generalitat, es sin duda uno de los principales ganadores de estos comicios. Este profesor universitario, que se embarca ahora en la política, sólo tiene que ganar. Sus votos son decisivos para hacer a Carlos Mazón presidente de la Generalitat y, por tanto, es posible que se repita el esquema de Castilla y León y sea nombrado vicepresidente. Es cierto que está peor situado por el hecho de que el PP en la Comunitat ha sido más fuerte, pero como mínimo podrá condicionar las políticas de los populares, que tan sólo tendrían la opción de apoyarse sino en los socialistas para sacar adelante medidas en Les Corts. Está mejor posicionado que su compañero Juanma Bádenes en el Ayuntamiento de Valencia, donde la ley permite invesrtir a Catalá al ser la más votada aunque no haya acuerdo con Vox. Algo que no pasa en la Generalitat.

Futura alcaldesa y pieza clave en el PPCV

  • La lista municipal de María José Catalá, próxima alcaldesa de Valencia, logra un porcentaje de voto del 35,6%. Partía del 18,3% de hace cuatro años, de modo que el incremento de voto es de más de 17 puntos. Los 145.000 sufragios recibidos representan un crecimiento de 62.000 votos respecto a 2019. De quedarse a 6.000 votos de la lista de Sandra Gómez -hace cuatro años- a aventajarle en más de 46.000. Catalá recoge el testigo que dejó hace ocho Rita Barberá. Y lo hace apelando a la figura de la exalcaldesa, a la que ya ha anunciado que quiere reconocer desde el consistorio. Catalá fue alcaldesa de Torrent, y ahora lo será de Valencia. Es la secretaria general de los populares y uno de los baluartes principales en los que se sostiene el liderazgo de Carlos Mazón. Un ticket que ha triunfado estas elecciones y que buscará en los próximos comicios consolidar sus mayorías en Generalitat y Ayuntamiento.

El mejor resultado en las urnas y la peor de las decepciones

  • Ximo Puig, el aún jefe del Consell y líder del PSPV, vive la paradoja de que perderá la presidencia de la Generalitat después de obtener su mejor resultado en tres legislaturas. Porque la izquierda no suma y si no tiene al menos 50 diputados no puede haber un nuevo Botánico. Y no lo habrá. Por tanto, sale derrotado y, además, deberá ceder a medio plazo su puesto como secretario general de los socialistas valencianos. Puede parecer injusto, pero hace ocho años fue el mayor vencedor y fue investido presidente con el peor resultado de la historia del PSPV en unas elecciones autonómicas. Es la aritmética parlamentaria. Su campaña buscaba exprimir la figura de presidente y lo ha logrado al mejorar en diputados, pero siempre a costa de Unidas Podemos, que se queda fuera de Les Corts, y Compromís. Un auge insuficiente que no ha captado al votante de centro.

Adiós al símbolo del proyecto local

  • Joan Ribó era uno de los apodados como 'alcaldes del cambio' que se convirtió casi por sorpresa en primer edil de Valencia en 2015. Nadie esperaba que llegase, pero desde entonces se situó, junto a Mónica Oltra, como una de las caras visibles de Compromís, que siempre ha abogado por el municipalismo. La coalición econacionalista sabía de la importancia de este activo y, por ello, le convenció para volverse a presentar a la reelección pese a su avanzada edad. Pero su tirón electoral ya no era el mismo y Ribó ha terminado cayendo. El actual alcalde no ha anunciado su dimisión como concejal, pero se da por sentado que dará un paso al lado para iniciar una nueva etapa tras perder un concejal en favor de la derecha, lo que permite a María José Catalá acceder a la alcaldía. Ahora mismo la gran duda es quién aspirará a ser su sucesor.

La última cara visible de la coalición morada

  • A Héctor Illueca sólo le benefició ser Héctor Illueca. Todo lo que tuvo alrededor ejerció un enorme lastre sobre la candidatura. El más moderado de los morados, tuvo que cargar con la radicalidad de Pilar Lima y, en especial, con la división de la izquierda más allá del PSOE. Rogó porque Yolanda Díaz hiciera campaña a favor de su candidatura. Y esta le hizo caso, pero un día más tarde se lanzó a los brazos de Ribó. Su incorporación sólo generó desconcierto. Basó su campaña en agencias públicas, supermercados públicos, la archiconocida ley de vivienda y el límite de los precios de alquiler y las críticas a los empresarios. No fue suficiente. Perdieron más de 130.00 votos.

Un fiasco sin ninguna posibilidad de redención

  • Su caso admite una excepción. Mamen Peris, candidata de Cs, no es que salga como una de las grandes perdedoras. Es que ya llegó a las elecciones arrastrando un cartel con esa inscripción. Si antes parecía complicado remontar el vuelo, tras los comicios la misión resulta imposible. Sólo un milagro permitiría la resurrección de Peris. Nunca controló el grupo municipal, un colectivo que pensaba en todo menos en el 28-M. Las fugas se sucedieron en los últimos meses ante la resignación de la propia Peris. Así, entre golpe y golpe, la formación llegó al pasado fin de semana con una esperanza infinita. Lástima que la certeza la tenían sus rivales. La dupla en Ciudadanos deja otra víctima, la del voluntarioso Fernando Giner. El candidato municipal, aquel hombre que en 2019 tenía todos los números para ser la alternativa del centroderecha a Ribó, nunca superó ese estadio, el de eterna promesa. Con el paso de los años y el hundimiento de Cs, Giner se ha ido empequeñeciendo. A este ritmo, en poco tiempo, corría el riesgo de desaparecer de la memoria de los valencianos.

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