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Feijóo saluda a un asistente al mitin, este domingo en la plaza de toros. IVÁN ARLANDIS
Feijóo descubre el tardeo valenciano

Feijóo descubre el tardeo valenciano

Chistes bajo el sol. Bailes, chascarrillos y agua para todos hacen llevadera una mañana tórrida bajo un sol de infarto

Álex Serrano

Valencia

Lunes, 22 de mayo 2023, 01:07

Uno de los primeros consejos que me dieron cuando empecé en esto es que me fijara en los pequeños detalles. Diría que casi el único bueno que me dio esa persona. No es que darse cuenta de esto sea ser Sherlock Holmes, pero lo cierto es que en el mitin del PP de este domingo, bajo las escaleras de acceso a la plaza de toros de Valencia había cientos de botellas de agua. Miles, se diría. Pequeñas, sí, poco menos de un trago, pero agua al fin y al cabo. En las entradas, además, había cajas con banderas (más valencianas que españolas) y con decenas de miles de sombreros. Parecía que iba a llover, pero al final no cayó ni gota, por lo que el PP preparó el mitin de la plaza quizá con la lección aprendida de lo que le había pasado al PSOE el día anterior: ninguno de sus correligionarios iba a pasar calor. Aquí todo estaba atado y bien atado.

Bueno, en realidad el calor fue inevitable. Se repartieron abanicos también, pero no había quien aguantara las altas temperaturas. Eso sí, la espera se hizo más llevadera porque el acto fue puntual. Al filo de las 12 del mediodía se cerró la barrera de la plaza y comenzó el paseíllo de Mazón, Catalá y Núñez Feijóo, al que le pusieron decenas de sombreros en la cabeza (sombreros que su equipo le quitaba al instante y que el presidente del PP a buen seguro habría agradecido porque, como decimos, el sol caía con fuerza). Además, antes del comienzo del mitin actuaron los integrantes de la comparsa Aquí hay tomate del carnaval de Torrevieja, que después paseaban con sus cuerpos pintados y sus tocados con plumas enormes por las tripas de la plaza, como sin saber muy bien qué debían hacer ahora.

Hubo también ola por las gradas, una ola que tardó un par de intentos en llegar al punto en el que empezó porque había un sector particularmente perezoso. «Venga, otra vez, que parecemos de izquierdas», repetía el voluntarioso 'speaker'. Porque, ah, hubo chistes. Vaya que si los hubo. Frente al tono épico, serio y de gobierno que exhibió el PSOE el sábado, el PP se arrancó por bulerías. No literalmente, claro, porque Mazón se negó a cantar, una de sus grandes aficiones, pese a que la plaza se lo pidió cuando cometió el 'error' de ir leyendo pancartas y se trabó en su discurso. «Madre mía, en qué lío me he metido yo solo...», dijo, porque todos querían que leyera la suya. Al llegar a la de Aielo de Malferit, nombró a Nino Bravo y la plaza le pidió un 'Libre', que sí sonó al final del mitin.

Hasta Feijóo, de natural serio, decidió soltar alguna que otra broma, como cuando dijo que Valencia era una tierra maravillosa donde había conocido el tardeo, que se celebró en la plaza como si fuera patrimonio únicamente nuestro (aunque un poco sí lo es). Además, Feijóo sí hizo cantar a la plaza, porque iba soltando supuestas mentiras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que los asistentes corearan un sonoro «tralará» al final de cada frase, como la popular canción infantil. Feijóo venía con la lección aprendida, porque durante la interpretación del himno regional al final del acto, cantó como el que más los 'vixca' del final de la composición, que fue interpretada por más de 12.000 gargantas que gritaron como nunca con ese épico final.

Por cierto, hubo debate en redes entre PSPV y PP sobre si la plaza estaba «llena hasta la bandera», «llenísima» o simplemente «llena», con momentos tan curiosos como ver a afines al partido socialista contar que estaba mucho más llena cuando vino Pablo Casado, que hasta tuvo que salir a saludar.

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