Las ciudades son de izquierdas

El Partido Popular logró pintar con un rodillo de color azul todo el territorio valenciano. Durante los primeros tres lustros de este siglo, el dominio fue incontestable. Tras las elecciones del 26 de mayo, la izquierda ha confirmado el vuelco que ya se vio en 2015 con los socialistas ahora como el principal motor de ese cambio. En la Comunitat Valenciana hay 65 municipios con un censo de más de 20.000 habitantes. El 74% de esas grandes ciudades tendrá un alcalde o alcaldesa de izquierdas. La mayoría en forma de coalición aunque en varios de ellos, algunos muy significativos, los socialistas valencianos lucirán la vara de mando en solitario. Los populares, que en su día llegaron a colonizar el llamado cinturón rojo que envuelve al cap i casal, se han quedado casi en una anécdota en los principales municipios de la provincia de Valencia. El orgullo lo mantienen en Alfafar, donde Juan Ramón Adsuara ha conservado la mayoría absoluta y levanta la única fortaleza que le queda al PP en los municipios que tienen más de 21 concejales electos.

El PSPV ha sido la lista más votada en 39 de los 65 municipios de más de 20.000 habitantes que hay en la Comunitat. Es cierto que la fiesta no ha sido completa al fallar en las dos grandes capitales, Valencia y Alicante, donde se ha impuesto Compromís y el PP, respectivamente, pero prácticamente han liderado el recuento en muchos municipios con Elche y Castellón como referentes. A las ciudades con color socialista se unen nueve más en las que Compromís opta a la vara de mando con el apoyo de los socialistas, que van a estar presentes en el gobierno de siete de cada diez localidades de más de 20.000 habitantes. En Elche, el PSPV suma casi el 37% del total de los votos y el salto en Castellón ha sido espectacular con casi 14 puntos más que en las elecciones de 2015.

Las mayorías absolutas en Paterna (47,41%), Elda (40,23%), Vila-real (46,29%), Burjassot (47,22%), Mislata (62,63%), Alaquàs (47%), Aldaia (57,18%), Dénia (48,38%), Benicarló (48,26%) y Cullera (63,56%) consolidan el proyecto y blindan la presencia de Ximo Puig en la Generalitat y la labor en las Diputaciones de Valencia, donde el proyecto tendrá continuidad, y Castellón, que se recupera tras más de dos décadas en manos del Partido Popular. Torrent y Gandia, donde los socialistas gobernarán en coalición con Compromís, también serán muy importantes para el futuro con dos perfiles distintos, la veteranía de Jesús Ros y la juventud de Diana Morant.

El PP, que se convierte en casi un extraño en provincias donde aplastó literalmente a sus rivales políticos, se mantiene con vida gracias al sur de la Comunitat. Es cierto que María José Catalá ha aguantado el tipo en Valencia a pesar de la mochila con la que cargaba, aunque los populares han podido lograr dos mayorías absolutas de mucho nivel de cara al futuro y que pueden ser un primer paso para la reconstrucción del partido. Torrevieja y Benidorm se convierten en referencias para el proyecto popular. En la primera, la lista del PP ha obtenido el 46,35% de las papeletas y se hace con 14 de los 25 concejales del Ayuntamiento. En Benidorm, también habrá gobierno popular en solitario al sumar el 39,69% de los apoyos. Ibi, Pilar de la Horadada, Calp o Almoradí tendrán gobierno azul salvo sorpresa.

El PP ha sido el partido más votado en 14 municipios de más de 20.000 habitantes y la ciudad de Alicante, con Luis Barcala dando continuidad al proyecto que inició a mediados de la pasada legislatura, pasa a convertirse en el nuevo punto de referencia para un partido que tiene cuatro años por delante para tratar de recuperar terreno. La Diputación de Alicante será otro pilar importante en ese cometido si se confirma el diputado de Villena. En Castellón, el PP mantiene el pulso en Onda.

Compromís, cuyos resultados enfilan una curva descendente en la mayoría del territorio, opta a las alcaldías de Alzira y de localidades importantes de l'Horta como Manises, Paiporta y Catarroja. El efecto Baldoví es un fijo en Sueca y en la provincia de Alicante, donde los resultados se pueden calificar de fiasco a nivel global, la coalición puede tener la vara de mando en Crevillent. Dentro de esas grandes ciudades, Oliva está por definir; Rodríguez arrasa en Ontinyent y EU opta a gobernar en Aspe.